Capitulo 04.

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Día 03-Parte II

Suguru frunció el entrecejo levemente mirando detenidamente su rostro en el espejo identificando a quien trataste de retratar.

Su expresión se ensombreció cuando por fin obtuvo la respuesta:

—El Guasón—susurró amenazante—. Una broma, ¿eh?

Abrió la llave del lavatorio, pero no cayó ni una mísera gota de agua. Maldijo entre dientes el lugar y al mono dueño de este sitio. Arqueó su cuello mirando hacia fuera.

No lo pensó dos veces y salió para buscarte caminando con elegancia, metiendo las manos en los bolsillos, con aspecto tranquilo; una fachada para distraer a cualquiera que se cruzara en su camino.

Se detuvo frente a tu puerta, retiró una mano del pantalón para golpear con toques suaves sin impaciencia. Esperó una respuesta, mientras pensaba qué podría hacerte para darte una lección que fuese difícil de olvidar; sin embargo, no hubo contestación.

Descubrió que la puerta estaba entreabierta. Arqueó una ceja, intrigado, en la razón que tendrías para no asegurarla. Ahora sus ojos tenían un aspecto casi glacial y cargado de indiferencia. Empujó lentamente provocando un crujiente ruido descubriendo el interior de la habitación. Recorrió con su mirada el lugar entrando en silencio.

Todo estaba ordenado y tus maletas cerca de la puerta.

Agudizó la visión notando un bulto sobre la cama, cerró la puerta muy despacio apoyando la espalda para recargar su peso mirándote dormir.

A sus ojos, eres peor que un miserable "mono".

Mereces ser eliminada; peor aún, debería acabar contigo aquí mismo. Se alejó de la puerta avanzando sigilosamente, como si de una serpiente se tratara, deteniéndose frente a tu cama.

Allí, con el rostro tatuado bajo la máscara del Guasón, te miró con furia. Lo que hiciste fue claramente una burla, una ofensa para alguien que se considera de una posición superior a la tuya.

Miró tu rostro por varios minutos y notó una sonrisa asomar en tus labios. Aun dormida seguías burlándote de él y una risa entre dientes escapó de tu garganta.

Esa fue la gota que rebalsó el vaso. Se tambaleó de furia como nunca antes. ¡¿Cómo se atreve?! Desfigurar a un hombre de su posición de tal manera... Era un inaudito.

Rodeó la cama, con los ojos puestos en ti, reduciéndose a rendijas heladas cargados de odio y desprecio. Quien se atreviera a burlarse de él sufriría mucho. Se alzó en medio de la oscuridad que abrigaba la habitación diciendo:

—Qué amable de tu parte encontrar tanta diversión, (T/N)—dijo, en voz baja y con una calma mortal interrumpiendo tu sueño—. Comparte el chiste, para que a mí también me resulte divertido quedar en ridículo. —Suguru apretó ambas manos hasta que los nudillos se pusieron blancos, apenas conteniendo el impulso de atacar. En lugar de eso esperó, como una serpiente enroscada a punto de inyectar su veneno.

Su voz te sacó del profundo sueño como si todas las alarmas se encendieran obligándote a despertar. Te sobresaltaste al verlo en tu habitación con una mirada mortal. Tragaste con fuerza sintiendo un apretado nudo en la garganta. Ahora ya no sonreías, sabías que fuiste demasiado lejos con tu broma y él no tendría piedad esta vez.

Unos últimos juegos artificiales se alzaron en el cielo nocturno y la luz te permitió ver su rostro. Al parecer no se había lavado la cara, no preguntaste la razón o eso lo enojaría más. Pero te hizo mucha gracia y soltaste una pequeña risa cerrando los ojos mientras te cubriste el estómago con los brazos.

—Tu cara.

Los ojos de Geto se redujeron aún más.

¿Entonces seguías burlándote de él?, pensó apretando aun la carne de sus manos con las uñas hasta sangrar. No le pareció divertida tu insolencia y pagarías por ello.

No importa. Tendrías el pago que te correspondía, de una forma u otra.

En un instante agarró tu muñeca con fuerza obligándote a levantarte de la cama. Jadeaste a causa del dolor forzándote a establecer contacto visual. Tus ojos estaban cargados de miedo sintiendo los dedos de su mano de apretar tu muñeca y gemiste de dolor cuando apretó su agarre. Intuiste que quebraría el hueso y cerraste los ojos con fuerza, apretando la mandíbula para esperar lo peor.

Sin previo aviso, te retorció el brazo girándolo hasta llevarlo detrás de tu espalda, acercándote a su pecho, obligándote a mirar hacia la ventana, donde se disipaba el último juego artificial.

—¿Qué demonios intentabas hacer...? —susurró, cerca de tu oreja, su aliento chocando contra tu nuca escupiendo sus palabras forzado a discutir con un asqueroso mono—. ¿Creíste que podrías burlarte de mí y salir ilesa? ¿Te divertiste?

Suguru es despiadado y cruel con los que no eran hechiceros.

Desconocías esa parte de él, solo sabías que era el líder de una secta.

Apretaste los dientes con fuerza, cerrando los ojos, soportando el dolor y tiraste tu cabeza hacia atrás, recargando el peso contra su ancho hombro.

—S-Solo fue una broma... No es para tanto—murmuraste entre dientes. sintiendo un agudo dolor cubrir tu brazo y chillaste evaluando la opción de suplicar—Lo siento. No volverá a pasar.

—Oh, claro que lo vas a sentir—susurró peligrosamente, rozando sus labios en el lóbulo de tu oreja con los ojos clavados en ti, apretando tan fuerte con la intención de causarte más dolor. Gritaste como nunca antes abriendo tu boca y esa reacción, provocó una risa despiada en él—. Pero antes te diré un par de cosas —dijo, apretando su mano en tu muñeca, obligándote a permanecer cerca de él, y con su brazo libre abrazó tu cintura para sujetarte más fuerte. Entonces añadió: — Lección uno, pajarito: "Todas las acciones tienen consecuencias. Intentaste que hiciera el ridículo y en su lugar encontraste dolor. Una pena que no hayas prestado atención a mis advertencias" —ronroneó, con voz ronca y sujetó con firmeza tu mandíbula, obligándote a mirarlo—. Lección dos: "Respeta a tu esposo hasta con el pensamiento, porque no voy a dejarte pasar otra burla más". ¿Entendiste? —gruñó, clavando su mirada en tus ojos para después bajar tus labios. Te sujetó con más fuerza de la cintura causando más dolor y sin previo aviso capturó tu boca en un beso mordaz, devorando tus labios con un hambre sin igual.

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INFELIZ MATRIMONIO. [#PGP2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora