𝗶. beso

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Beso.

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Imperio Ruso tarareo para si mismo con calma mientras tomaba sorbos de la taza de té que traía entre manos, dirigió un par de veces su mirada hacia fuera apreciando el blanco paisaje que ofrecía esa ruta de tren en particular.

"Estás muy callado Германия." (Alemania) murmuró mientras depositaba la taza vacía en la pequeña mesa de su cabina. "Ni siquiera haz tocado tu té, una pena, este sabor es una delicia." añadió el ruso con una pizca de humor en sus palabras.

El menor entrecerró los ojos con molestia al escucharlo, y tomó la taza que se le había sido ofrecida tomando un sorbo rápido de la infusión ya tibia debido al paso del tiempo.

"Sabe mal." concluyó.

Fue el turno del ruso de mirarlo con cierta molestia aunque sus ojos no reflejaban el mismo odio que los del alemán.

La cabina fue nuevamente inundada por el silencio (cosa que Imperio Alemán agradeció internamente) lo que le permitió al germano enfocarse en el paisaje exterior. Miro con curiosidad el blanquecino paisaje de las tierras eslavas mientras presionaba su cuerpo contra el asiento del tren pensando en como zafar de el problema en el que estaba metido.

Hablando de problemas, el alemán sintió como el ruso se levantaba de su asiento pero no se molesto en mirarlo asumiendo que el mayor saldría de la cabina.

Definitivamente no estaba preparado para que Imperio Ruso tomara con brusquedad su barbilla obligando al menor a mirarlo.

"Creí haberte dicho antes que me aseguraría de que te mantengas a raya."

El ruso aprovecho el momento en el que Imperio Alemán abrió la boca con toda la intención de contraatacar para invadir por completo el espacio personal del menor juntando sus labios con los del germano de manera repentina.

Un sonido de protesta por parte del alemán fue ahogado por la boca del eslavo antes de que este levantara los brazos para alejar al ruso.

Imperio Alemán se cubrió la boca inmediatamente jadeando levemente.

"Was war das?!" (¿¡Que fue eso?!) dijo  el alemán alzando el volumen de su voz ligeramente mientras miraba con una mezcla de sorpresa y molestia al mas alto.

El zar sofoco una risita al notar la molestia del menor y como se le fue toda la sangre a la cara.

"Ничего." (Nada.)  contesto con diversión antes de pasar sus manos enguantadas por el frente de su uniforme alisándolo, acto seguido salió de la cabina sin borrar la sonrisa de sus facciones.

El alemán lo vio retirarse con molestia, prácticamente le estaba saliendo humo por las orejas.

Y, dios, le ardía el rostro como el infierno.

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419 palabras

el precio del poder ─── countryhumans.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora