Y si fuera ella... (NicoMaki) (FUTA)/Finalizado/

Cambios

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— ¿Era necesario dejar a todas allá abajo?.—

— Bueno, no creo que hubiera sido mejor idea quedarnos ahí sin hablarlo.— Maki cerró la puerta para tener privacidad con su esposa.

— Hace mucho que no hablamos o intentamos hacerlo ...— Nico tomó asiento en una de las bancas que se encontraba en la terraza, mientras que la más alta se quedó de pie, solamente mirándola.

— Y siento que la noche no va a ser suficiente.—

— Vamos, habla de una vez.— Pidió la mayor evadiendo su mirada.

— Necesito que me digas todo lo que sientes Nico-chan, absolutamente todo.— La Nishikino comenzó a sentirse inquieta.

— ¿Eh?.— Su expresión fué más de confusión y después sus cejas se fruncieron con molestia.— ¡No pienso ser yo quién inicie con esto!, olvídate de que voy a dar el primer paso para hablar. Estoy cansada de eso.

— Espera, espera. ¡No es eso!.— La doctora se tensó, temía que la Idol se pusiera de pie para irse. Tenía que usar con cuidado las palabras correctas, o esto se convertiría en una bomba de tiempo.

— Necesito que me digas todo lo que sientes Nico-chan, si es que me haz notado diferente, si he cambiado, todo lo que te molesta, si estoy siendo una idiota, todo.... Lo explícaré.— Intentó apaciguar la situación con mucho esmero.

— ¿Prometes que esto no se quedará en un "las cosas se van a mejorar, y ya?.— El lenguaje corporal de Nico dejaba en claro ante los ojos de Maki, que su misma esposa estaba cansada y que no estaría para más rodeos. Sus ojos color rubí se veían apagados.

— Lo prometo, de verdad quiero hablarlo.— Aseguró con seriedad.

La pelinegra suspiró y se quedó mirando al paisaje que podía ver gracias a la altura y vista de la terraza. La noche fría y las estrellas con semejante brillo las acompañaba, dirigió su mirada a la dirección de la Nishikino, las dos se sentían inquietas.

— No entiendo cuál es tu afán por trabajar todo el tiempo...— Dejó salir con pesadez, era evidente que Nico estaba enojada con ese tema. Mordió sus labios e hizo una mueca.— No lo sé, parece que sólo perteneces ahí y nada más, te olvidas de que tienes familia que te necesita.

Maki se quedó en silencio, no diría nada hasta que Nico se quedará sin palabras, por fin le estaba dando ese tiempo que le debía desde hace mucho.

— Es cansado, lo sé. Ambas trabajamos y tenemos una vida atareada. Yo tengo trabajo hasta para dormir, pero aún así tengo en claro mis prioridades...— Miró directamente a los nerviosos ojos amatistas que la miraban con detenimiento.

— Tú, mis hijas, mi familia... ¿Qué parte de "familia" no te hace entender que también la tienes, Maki-chan?.—  Preguntó inquieta.

— Nico...— Balbuceó inconscientemente. No quería ver a su esposa llorar.

— Es difícil dividir mi trabajo para estar con nuestras hijas, cuidarlas y no perderme momentos maravillosos que seguramente tú si te los estás perdiendo. — Mencionó dolida, y apartó sus ojos con desánimo.— No me quejo, Dia y Ruby jamás serán una carga para mí. Pero me gustaría que también pusieras de tu parte, no solamente son mis hijas... ¿Lo sabes?.

La doctora cubrió su rostro, sentía tanta vergüenza y una extraña sensación de ansiedad que la estaban comiendo. No espero que Nico le dijese todo eso, no esperaba que la situación le hiciera ver tantas cosas que no tenía en cuenta.

— No quiero dudar de tu amor por mi, pero tus acciones me hacen sentir lo contrario. No quiero pensar empeorar, y que hagamos como que no pasa "nada". — Nico siguió sin detenerse. — Y esta reunión fué planeada por mi, ya le había contado de la situación a mi madre y ella sugirió que las niñas se quedaran con ella para que arreglaramos esto.