I see the fire in your eyes

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Acto 2




Afuera el viento soplaba fuerte, las ramas se movían y algunos papeles volaban. Adentro de la casa Loud; las mariposas empezaban a aparecer, las hormigas carcomían sus cuerpos y el barómetro marcaba una presión baja. Habían pasado 60 segundos desde su confesión. Lo único que alumbraba en ese cuarto era el poco brillo de sus teléfonos y el fuego que acababa lentamente con las colillas de cigarros, sin menospreciar a luz de la luna que alumbraba muy bien.


-Somos hermanos Lincoln... yo... yo... no estoy segura de como reaccionar -Luna se encontraba viendo por la ventana, algunos papeles se estrellaban en la pequeña ventana-.

-No seremos los primeros -Lincoln seguía sentado, pero su sien empezó a punzarle. Fantasmas del pasado regresaban a tomar venganza-.

-Bueno sí pero -hizo una pausa acompañada de un suspiro- esta charla ya la habíamos tenido.

-Sí, lo recuerdo -Lincoln empezó a hablar con una voz aguda- Luna te amo, amo a cada una de mis hermanas, no me imagino un mundo sin ustedes -sus manos estaban juntas en señal de suplica, estaba arrodillado- Somos hermanos Link, pero hay mejores chicas allá afuera, pero que bueno que me lo contaste no se como hubieran reaccionado las otras -Ahora estaba de pie con los brazos cruzados con un tono de voz más grave, trataba de imitar a Luna-.

-Te saltaste demasiados detalles

-No serán importantes -hablo de nuevo con su voz normal-.

-Por cierto -Luna se estaba recostando en la cama- que gran actuación

-Gracias, trate de actuar solo para llamar la atención de Luan pero -alzo los los codos y puso una cara de sorpresa- no salieron las palabras de mi boca.

-Poor Link, ninguna de sus hermanas mayores le corresponde -soltó una risa que no duro mucho- bueno, debería decir "casi ninguna".


Había tocado una fibra nerviosa, Lynn. Lincoln aún no sabía como sus hermanas mayores y Lucy se habían enterado, yo tendré que contárselos en otra historia.


-No sabes nada hermanita.


Y después de decir eso Lincoln soltó un suspiro, se recostó en su cama sin embargo ni el ni su hermana se voltearon a ver, los 4 ojos miraban el techo. Estaban como todo comenzó, el sueño se les había escapado y la incomodidad empezaba a llegar. Gustarle a tu hermana/o no debe ser algo fácil de asimilar, sin embargo Lincoln pudo convivir con Lynn después de su encuentro en el centro comunitario, ¿Por qué no podría con Luna?. Cierto, Sam estaba viviendo con ellos. Declararse mutuamente había resultado como una piedra en el camino. El teléfono de Luna de repente se ilumino y empezó a vibrar, era una llamada, la hora era 23:30.


-¿Aló? -Pregunto Luna con una pronunciación tosca del francés- Sí... aja... claro -Lincoln no podía escuchar quien era la otra persona, pero Luna se oía muy entusiasmada- ¡Ahí estaré! -la voz de Luna era de una alegría incomprendida-.

Amor musical. (Loudcest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora