Obsesiones pelirrojas [✓]

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Jason

Fue inevitable no notarlo cuando siempre la miraba a ella. No importó la música alta, la cantidad de gente o que la fiesta se trataba precisamente de mí.

—Ya vuelvo —le avisé a Jenn por encima de la música. Frunció el ceño, pero antes de que preguntara ya me encontraba avanzando entre la multitud. Empujé a unas cuantas personas que no reclamaron, no supe si por quién era o porque era mi fiesta y mi casa.

Al llegar a las escaleras di grandes zancadas hasta arriba, la emoción de que finalmente veas quién es me revuelve el estómago. Sabía cómo se comportaría, lo que intentaría, fue por eso que quería mostrártelo después del ultimátum que le diste. Después de esto, ya no habría perdón posible.

Pegué mi oído a la puerta intentando escuchar, me quedé así por varios segundos hasta escuchar el pequeño retumbar en la puerta, abrí de golpe casi chocándome contigo. Estabas a punto de escapar y justamente entré en escena. Se sentía casi como ser tu héroe.

Es inevitable sentir mis venas hervir al ver a Allan dentro de la habitación, sabiendo que te sujetó, que te gritó. Por esa y por todas las veces que ocurrió, me vengaría por ti.

Después de darle todas las indicaciones para sacarlo de ahí antes de querer golpearlo reiteradamente, bajé a tu lado sin poder acompañarte. Primero tenía que hacer una llamada. Agradecí mentalmente a mi padre por todos los contactos que deslicé hasta llegar al necesario, hablé con mi gente y les fijé un único objetivo, ir detrás de tu ex novio para que finalmente se fuera de ahí.

Miré hacia atrás a la fiesta, entre tanta multitud te encontré y sonreí al hacerlo, porque resaltabas como la habías hecho desde el primer día en que te vi. De nuevo me planteé el quedarme, la vibración en mi bolsillo me recordó lo que haría, así que seguí con lo planeado. Me alejé de la cabaña adentrándome en la oscuridad de la noche, ya me esperaba un auto para cuando salí de ahí.