Un padre a toda velocidad

Capítulo 5 - Oportunidades

Narra Omnipotente

Ha pasado casi un mes, los amigos de Sonic lo buscaban por todos lados llegando hasta otras partes del mundo de Mobius para hallar alguna pista de él. Pero, en cierta isla se podía ver un edificio con el logo de Robotnik, se encontraba un humano en pijama viendo televisión mientras en sus manos sostenía un bote de helado de vainilla.

Este era el doctor Ivo Robotnik, alias "Dr. Eggman" el enemigo de Sonic desde tiempos inmemorables, el que ahora se encontraba pasando por una crisis. Descubrió hace poco que el cobalto había desaparecido y no había rastros de él, esta noticia claramente lo hiso feliz, su enemigo, el erizo que siempre se interponía en sus planes ahora no estaba. Podía ir ahora mismo a la isla y conquistarla, pero por alguna razón no lo hiso.

Eggman: ¿Qué sentido tiene...? –murmuro, mientras lleva una cuchara de helado a su boca-

Metal: ¿Qué quieres decir con "qué sentido tiene"? Podríamos ir y conquistar toda la isla -el robot camina al frente de este- podría cumplir su sueño de un parque de atracciones.

Dijo el robot con forma de Sonic, preguntándose porque el malvado doctor no hacia nada mas que comer helado mientras veía una novela mexicana. Sin Sonic, el Dr. Eggman podría conquistar la isla en la cual viven los amigos de Sonic en la cual llevaba años intentando conquistar.

Eggman: Ciertamente, "un sueño distorsionado" -murmuró para sí mismo, como si estuviera hablando consigo mismo más que con su creación de metal- Al principio, quería conquistar el mundo. Mis planes casi llevaron a la destrucción global. Mis robots podrían desencadenar catástrofes. Todo lo que hacía era para derrotar al erizo y someter al mundo. Pero nunca lo lograba. Y ahora... ahora ni siquiera yo mismo lo entiendo.

Metal: ... -Metal se quedó en silencio, tratando de comprender lo que su creador decía. Sin éxito de comprender, decidió seguir preguntando- por favor sea claro -mientras mira fijamente al doctor- porque no quiere destruir la isla

Aun no lo comprendía, ni siquiera el autor de esto.

Eggman: -mira al erizo metálico con cierto fastidio- te lo dije... no valdría la pena -se levanta de su asiento- ha pasado tantos años persiguiendo el mundo, y todo ha sido en vano gracias a Sonic. Tal vez el tiempo ha cambiado mi perspectiva. -camina al refrigerador sacando otro bote de helado- Pensaba que quería el mundo porque, si lo tuviera en mis manos, finalmente podría estar orgulloso de mí mismo...

Sus palabras se perdieron en el eco vacío de su laboratorio. El Dr. Eggman, el infame científico con ambiciones desmedidas, ahora estaba atrapado en un vacío existencial. Sin Sonic para enfrentar, su vida había perdido propósito. La búsqueda interminable por el control y la dominación había dejado de tener sentido.

Eggman: -mientras camina, dejando escapar un suspiro cargado de resignación- Después de todos estos años persiguiendo a Sonic, me di cuenta de algo importante

Ahora Metal veía como su creador mostraba una sombra de melancolía por su rostro, era la primera vez que lo veía de esta manera.

Eggman: Sonic no era solo mi némesis, mi obstáculo constante. De cierta manera era el único que me daba propósito, la única razón por la que seguía adelante con mis locas ambiciones era para ganarme el respeto de la única persona especial para mi...

El científico malvado se detuvo frente a una fotografía enmarcada. Era una imagen desgastada de un hombre mayor, con una expresión sabia y cansada.

Eggman: Mi abuelo... -murmuró, con los ojos fijos en la imagen- Él siempre me decía que la grandeza no se encuentra en la conquista, sino en las contribuciones que haces al mundo. Quizás nunca lo entendí hasta ahora -su mirada volvió a metal, para luego dirigirse a su sillón-