[18]

1.2K 197 12
                                    

— ¿A quien le interesa eso? — Me recargo en la silla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿A quien le interesa eso? — Me recargo en la silla.

— A nosotros, más bien a mi. Vimos la rueda de prensa y creeme que si no te conociera pensaría que no estabas fingiendo en lo absoluto.

— Manipulación y actuación es lo esencial ¿no es así? — Llevo el vaso de Whisky a mis labios.

— Claro que lo es. — Lo veo tomar una carpeta atravez de la pantalla. — Llendo a lo importante; Tenemos a Tailandia, Iraq, Japón, Kampuchea, Kirguizistán, Laos, Malasia y Mongolia, Armenia, Bahrein, Brunei, Indonesia, Georgia, Emiratos Árabes Unidos, Nepal, Pakistán, Qatar, R.P.D. de Corea, Sri Lanka, Tadijikistán, Timor Oriental, Türkiye, Yemen, Arabia Saudita, Azerbaiján, Bangladesh, Bután, Filipinas e Inidia. — Enumera. — Dame un año más y tendrás Asia bajo tu control total nuevamente.

— Excelente. Un año más y podré deshacerme de este estúpido lugar de mierda. — No soporto verle la cara a Alex creyéndose el puto gobernante que no es.

— Ahora que recuerdo tuvimos un atercado con la pirámide, al parecer los Halcones según se hacen llamar, transportaban armas al cartel de Afganistán.

— ¿Halcones? — Me toco la barbilla, la puerta se abre y Sasha entra como si la hubiera invitado a pasar.

— ¿Qué tienen los Halcones? — Pregunta curiosa y Ryanair corta de inmediato la llamada.

— ¿Qué haces aquí? — La interrogo poniéndome de pié, le señalo la puerta y niega con una sonrisa.

— ¿Qué celebramos? — Se acerca pasando sus manos por mi pecho, se pone de puntillas besando mis labios de forma corta, comienza a desabrochar los botones de mi camisa pero la detengo en seco. — ¿Bratt?

— ¿Qué quieres Sasha? — inquiero.

Sus azules brillan por la luz que entra por la ventana, se suelta con cuidado y me toma de las mejillas abrazándome con sus brazos por el cuello. — ¿Que tienes con los Halcones? Soy una Romanov. Tengo información exclusiva.

— ¿Me intentas tomar por tonto? — Me intento alejar pero me besa con ferocidad que correspondo. — Tú nunca traicionerias a tu familia, Sasha. — La cargo y ríe asintiendo, me abraza las caderas con sus piernas.

Rompo su vestido y llevo a mi boca sus pezones los cuales chupo con una lenta delicadeza que disfruto, sus gemidos me martillan los oídos, sus manos jalan mi cabello y rasguñan mi espalda. Olvido el maldito condon al momento de follarla, la pongo de espaldas al escritorio para entrar y salir de ella, salgo de ella disfrutando el sonido de mi saco chocando contra ella y la nalgueo múltiples veces.

— ¡Bratt! — Grita soltando un gemido, su interior se contrae y me se corre empapandome.

— Tú no vas a escapar de mi Sasha. No me interesa si tengo que derrumbar la Bratva para tenerte. ¿Oíste? Si no es por las buenas. — La tomo del cuello pegando su espalda a mi pecho, me mira completamente sonrojada. — Va a ser por las malas y más vale que entiendas de que hablo, no conoces lo que es estar con un verdadero gobernante. — La beso y me corresponde como puede.

Me vengo en su interior y suelto un gemido cuando muerde mi labio, la puerta se abre y escucho un jadeo, me giro un poco y Emma deja caer lo que trae en la mano. No me detengo en bombear el coño de la rubia, veo como la pelinegra aprieta los labios y sale azotando la puerta.

Me importa muy poco sus mierdas, martillo el coño de mi futura reina, así tenga que lavarle el cerebro para que deje de tenerle lealtad a Ilenko. Voy a borrarle esa puta lealtad para que me la de a mi. Así tarde este mismo año.

— Ya me vas a decir que querías sobre los Halcones? — Sasha se sienta en la cama dejando al descubierto sus pechos, toma una uva de la bandeja y lo acerca a mi boca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Ya me vas a decir que querías sobre los Halcones? — Sasha se sienta en la cama dejando al descubierto sus pechos, toma una uva de la bandeja y lo acerca a mi boca. — Sea lo que sea que no nos afecte puedo decirte quienes son.

— Puedo averiguarlo por mi cuenta. — Tomo la fruta entre mis labios y sonríe llevándose una fresa a su boca.

— Pero te puedo ahorrar tiempo.

— Tiempo es lo que me sobra, jamás sabrás sobre mis planes. No vas a sacarme información, debes superar eso.

— Aún si... — Me siento en la cama y ella me sigue abrazándome por la espalda — Si tengo sospechas que Emma te está traicionando.

Emma. Emma James ¿en que me puede traicionar esa chiquilla? Solo me la folle una vez y no se va de mi jodida casa a pesar de que su hermana ya no vive aquí. En mi estudio no hay nada pero he de admitir que me entró sospecha cuando la vi hablar con Christopher la primera vez.

Hasta ahora dudo que me pueda hacer algún daño pero tendré que mantenerla vigilada, se que no debo ignorar ni la pequeña hormiga como el pájaro que vuela por los cielos. — Te quedaste pensando, dudaste. — Besa mi espalda sintiendo su sonrisa — Puedo vigilarla en casa si quieres, total. No me dejas alor de aquí porque puede ser peligroso.

— Es peligroso. Nadie puede saber que te estás quedando aquí mucho menos averiguar quién eres exactamente, que se sepa tu nombre no cambia nada. — Masajea mis hombros y cierro los ojos disfrutando la sensación.

— Peligroso. Yo soy la peligrosa. — Se ríe e inconscientemente disfruto escucharla reír, queriendo que lo haga más seguido y más que sea por mi. Tener su atención total es algo que sin duda mi cuerpo entero pide, mi corazón sufre de taquicardia pero lo ignoro queriendo golpearlo ante la reacción de tener a esta mujer melosa ante mi.

Se que algo quiere pero no puedo evitar darle un poco de mi confianza arriesgándome que me apuñale por la espalda si ella así lo quisiera. Una vez obtenga Asia la llevaré conmigo con esa lealtad disuelta, le pondré una corona en su cabeza y disfrutare hacerle ver lo que es estar en el equipo ganador poniendo a Ilenko de rodillas ante ella listo para seguir sus órdenes.

La pirámide se me hace un juego, no los considero enemigos pues parecen niños jugando con el poder de sus manos, recordándome que yo ni como principiante actuaba así siendo Maximus, es verdad que mientras buscaba el poder cometi errores que ahora no hago pero hasta se me hace una ofensa que esos dos idiotas se hagan llamar mafiosos e incluso Dioses.

La pirámide se me hace un juego, no los considero enemigos pues parecen niños jugando con el poder de sus manos, recordándome que yo ni como principiante actuaba así siendo Maximus, es verdad que mientras buscaba el poder cometi errores que ahora ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bratt LewisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora