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— Esta embarazada

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Esta embarazada. — La doctora baja la cabeza al verme tan molesto.

— ¿Cuánto tiempo? — Mascullo.

— Tres meses — Responde ella de inmediato.

— Lo sabía. Sabía que algo estaba mal, no pensé descuidarme en una mierda como esta, ¡Mierda! ¿Cómo pude equivocarme así? ¡De una manera tan insignificante! — Golpeo todo a mi alrededor mientras pateo la silla.

La doctora se encoje en su lugar y le hago una seña para que se valla y corre despavorida fuera del despacho.

La puerta se vuelve a abrir y Sasha entra con una bata mostrando un poco su barriga de embarazada. — ¿Bratt? — Sus ojos me traen una sensación de calma y paz que solo respiro profundo para acercarme a ella.

— ¿Qué sucede? — Beso sus labios y ella por primera vez corresponde a uno dejándome sorprendido.

Está funcionando. La manipulación a su desligue funciona y con el tiempo estará terminada. Lo único que necesito en paciencia.

— Es sobre Emma, ¿cuando la matarás? — Sus ojos brillan con sed de sangre.

— Está embarazada — Le suelto sin rodeos.

Su sonrisa se esfuma y frunce el ceño completamente molesta, me suelta y me pregunta con sus ojos haciéndome seguir hablando.

— Tiene tres meses.

— ¡¿TRES MESES?! — Repite en cólera.

— Eso dije — Me empuja — Sasha.

— ¡NO! — Grita al borde de las lágrimas — ¡¿Cómo mierda me hiciste esto?! — Niega — ¡Embarazada, lo está Bratt! — Me señala el pecho y solo la tomo por los hombros observando sus lágrimas.

— Sasha... — La veo a los ojos y sus azules me observan celosos — Te...a...Te alocas por esta pequeñes, te recuerdo que hasta hace poco te enojarte conmigo y no me hablas una mierda e incluso quisite su harem.

— Yo... — Muerde su labio.

— Esto es lo que haremos, nos iremos de aquí en cuanto des a luz junto a Emma, sea lo que sea ambos son mis herederos. — Acaricio su cabello — No puedo tenerlas en un lugar peligroso como este y más sabiendo que eres una Romanov. Te casaras conmigo. — Asiento y ella abre los ojos sorprendida.

— ¿Ahora mismo? — Dice atónita.

— Ahora mismo. — Me acerco a la caja fuerte detrás de la pintura de Sabrina y saco los documentos. — Firmando esto, seras la señora Lewis, no abra marcha atrás Sasha. No la habrá. — Le entrego la pluma.

 — Le entrego la pluma

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Bratt LewisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora