Bratt Lewis

[25]

Sabrina tendría seis meses de embarazo, Sasha tiene solo cuatro...no mucha diferencia.

— Nos iremos — Le indico a Sasha mientras acaricio su cabello rubio. — Nadie nos va a molestar. — Beso su cien y me mira fijamente.

No ha hablado de Ilenko, estos meses he estado avanzando con el desligamiento de lealtad hacia su hermano. He batallado pero voy lento y seguro. Emma ha estado saliendo y pasando información como lo hace normalmente.

Disfruto ver como sus alas se elevan para después gozar el momento perfecto cuando se las corte a esa palomita tonta.

— Bratt ¿que crees que sea? — La rubia acaricia mis mejillas y cierro los ojos disfrutando su toque.

— No lo sé, un niño. Tal vez. — Murmuro.

Mi pecho se siente extraño, cada que la tengo cerca me olvido de todo, olvido incluso lo que hago. Me hace sentir cómodo y libre. Los meses que he estado en su habitación mientras duerme la observo en silencio, sus pestañas largas solo la hacen más bella e incluso brilla más.

Se que puedo estar enamorándome de ella, puedo dejar todo. Unirme a su hermano si quiere, disfrutar de mi esposa e hijos con ella renunciando a Asia. Hacerla a ella mi prioridad, protegerlos a ambos con mi vida si es necesario.

— Sasha — Suspiro — ¿Estás cómoda con esto? — La observo y sus ojos saltan en duda y confusión, siento que va a mentir y cuando abre la boca solo niego y le pongo mi dedo en sus labios. — No respondas mejor. Déjame soñar tranquilo, darás a luz un bebé sano y... — Seremos una familia, harás una familia con Maximus.

— Ilenko — Susurra cuando le aparto mi dedo y asiento — ¿Cómo está, por qué no puedo hablar con él?

— Solo me pregunta por ti, ha estado ocupado. Es peligroso que se entere de tu estado. — Mi mano toca su vientre como lo hace todas las noches y ella suspira dándome una sonrisa.

Sasha se está volviendo todo para mi, no puedo ver a nadie que no sea ella. No puedo simplemente apartar mis ojos de ese mar que tiene, su cabello suelto le da el toque adorabilidad que le faltaba a mi vida.

Te amo

Mi subconsciente habla y niego apartándome de ella con cuidado para dejarla sola no sin antes besar su frente.

Me siento el sillón de la sala esperando la llegada de Emma, ya le he dado suficiente libertad. Justo en ese momento la puerta se abre ella entra sonriente.

— Emma — Me levanto y ella viene con una sonrisa en grande, acaricio su mejilla y cierra los ojos como tonta enamorada. — ¿Por qué creíste que era estúpido? ¿Por qué me subestimaste? — Abre los ojos llena de duda y borra su sonrisa de a poco.

— ¿De qué hablas?

— Desde que entraste a mi casa supe todo de tí, desde la cena en casa de los Morgan cuando te vi hablando con Christopher. ¿Por qué me traicionaste? Odio eso ¿lo sabias? — Se intente alejar pero la sostengo del cabello con fuerza haciéndola gritar.

— ¡Bratt!

— Aborrezco la traición. Me da asco de solo pensar que una persona me traicione y tú acabas de hacerlo. ¿De donde sacaste la valentía para jugar a esto conmigo? Tu tonta hermana es mi verdadera espía. Rachel siempre estuvo de mi lado así la dejara abandonada, es tan leal que no importa cuanto la menosprecie le doy una orden y ella la cumple. — Camino con ella sin soltarla.

Llora con descontrol suplicando pero incluso los sirvientes se alejan de inmediato, bajo al calabozo y la aviento ahí haciendo que se queje golpeándose con la fría pared.

— Mi hermana está muerta por tu boca suelta. — Tomo un cuchillo y retrocede — Tenemos que cortar esa lengua, cariño.

Niega y se cubre la boca. Mis oídos pitan por y mi garganta arde por la sed de sangre, me acerco haciendo que ella grite llena de terror.

— Voy a torturarte. Después colgare tu cabeza en una pica dejándola como regalo frente al penthouse de Christopher por meterse conmigo. No soy idiota Emma, es una lastima que pensaras lo contrario.

Me acerco a ella y hago que su cuello sangre un poco. — ¡Estoy embarazada! — Grita y me detengo en seco. — ¡Estoy embarazada! — Llora con más fuerza y temblando.

— No — Niego — No me salgas con esa mierda yo siempre... — Un clic suena en mi cabeza y maldigo golpeando la pared a un costado de su cabeza haciendo que se encoja en su lugar.

La dejo en paz cerrando la puerta y subo en busca de una maldita doctora para saber si es verdad, tendré que esperar al maldito nacimiento para saber si es mío o no. La maldita ahora va a tener que estar siendo protegida por llevar a mi posible heredero en su vientre.

Tengo mucha sed, hambre, sueño y miedo. Me agarro el vientre rogando que si lo esté de verdad, no me he echo ninguna prueba y estoy rezando en medio de la oscuridad y fría celda.

Sasha aparece y frunce el ceño tocando su abultado vientre.

— Sigues viva. Se supone que yo gane, Emma. He ganado la apuesta que teníamos pero sales con un truco tan sucio como este. Dime la verdad ¿Estás embarazada? — Aprieta el barrote y me río en su cara al verla llena de furia.

— Lo estoy — Intento convencerme a mi misma — Bratt me sacara de aquí y los meses restantes haré que me perdone, voy a lograr que lo haga.

— No lo creo. — Niega — ¿por qué esperar tanto? Seguro es solo una de tus mentiras, pero mira. Bratt ordeno que venga una doctora a examinarte, pronto sabremos si vas a morir o no. — Me repasa y me avienta una botella con agua. — Tú última bebida antes de que te quiten la cabeza, consideralo mi buena obra del día. Hay que enseñarle a los hijos a ser amables y caritativos desde el vientre. — Me deja sola y maldigo tomando el agua sin importar si esta envenenada.

De todas formas voy a morir si no estoy embarazada, no tengo idea cuál vaya ser mi última cena o si tendré una. Tengo miedo, mucho miedo.