Mi teléfono zumbó en la mesita de noche, despertándome. Desenredé a Jimin de mí con cuidado y se dio la vuelta. Me puse de pie, tomando el teléfono. Era Jackson. Tomé la llamada rápidamente.
—¿Qué pasa?
—La Bratva desmembró a uno de nuestros químicos y extendió sus restos alrededor de la Esfera.
—¿Alguien se está encargando de eso?
—El escuadrón de limpieza ya está allí.
—De acuerdo, estaré allí tan rápido como pueda. ¿Ya llamaste a Hoseok?
—No.
—Entonces lo haré.
Llamé a mi hermano, aceptando reunirme con él en quince minutos antes de volver a la habitación, y recoger algo de ropa velozmente y agarrar mis armas.
Cuando me vestí, me dirigí al pasillo una vez más, diciéndole a Yoongi que necesitaba venir lo antes posible, luego entré en el dormitorio para despertar a Jimin.
Pero él ya estaba sentándose.
—¿Ya te vas?
De hecho, parecía decepcionado.
—La Bratva atrapó a uno de los nuestros. Lo dejaron en pequeños trozos alrededor de uno de nuestros clubes.
—¿Alguien que conozca?—preguntó Jimin—. ¿Se involucrará la policía?
Me acerqué a él. Se veía adorable con su cabello rubio despeinado.
—No si puedo evitarlo —murmure acunando su rostro—. Voy a tratar de estar en casa temprano, ¿de acuerdo?
Jimin asintió un poco y agaché la cabeza para besarlo. No se estremeció ni retrocedió cuando nuestros labios se tocaron. En cambio, los separó para mí. Lo acepté como una invitación, profundizando el beso con entusiasmo, pero al final el deber me llamaba. Me retiré y me fui rápidamente.
La Bratva había grafitado sus putos Kalashnikov en la entrada de la Esfera, y
el químico muerto no era el único al que habían matado. Uno de nuestros distribuidores más exitosos también había sido desmembrado y dejado en su patio trasero con el mismo maldito grafiti en el frente de su casa.—Jodidos rusos —murmuró Hoseok.
—Es otra advertencia. Quieren que les devuelvan sus drogas —dijo Jackson
con el ceño fruncido.Un grupo de soldados de la Famiglia había robado la última entrega de drogas de los rusos en retribución por su ataque a uno de nuestros laboratorios de drogas.
—Tenemos que enviarles una respuesta —dijo Hoseok.
El escuadrón de limpieza de la Famiglia, un grupo de novatos en su mayoría, intentaba eliminar el grafiti Kalashnikov. Ya se habían deshecho de las manchas de sangre en las paredes y aceras, pero el grafiti era más difícil de lavar.
Llamé a mi padre nuevamente, odiando que necesitara obtener su aprobación para posibles acciones. Contestó después de diez repiques, como de costumbre haciéndome esperar.
—Estoy ocupado.
No con negocios, eso quedó claro.
—Tenemos que enviar una clara advertencia a la Bratva. Se están volviendo demasiado atrevidos.
Padre se quedó en silencio. Su desinterés por los rusos nos costaría todo en algún momento.
—Llamaré a Dong Wook.
—Dong Wook no está aquí. Él no sabe lo que está pasando en Nueva York, y probablemente no le importa ni mierda. La Organización no va a ayudarnos. Tienen sus propios problemas. Tenemos que actuar ahora. No podemos esperar a que Dong Wook y tú discutan cada jodida cosa en detalle. Los rusos nos están dejando como tontos.
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Jeon Jungkook - | Kookmin |
FanfictionNací siendo un monstruo. La crueldad corría por mis venas como veneno. Corría por las venas de todos los hombres Jeon, pasado de padres a hijos, una espiral interminable de monstruosidad. Era fácil ser el monstruo que todos temían. Hasta él. Disclai...