"Si lo tomas como un sacrificio, que así sea. Sin ellos, hoy nuestro linaje estaría cortado".
—Tal vez no dejarlo ir a esa escuela sea la mejor opción —las palabras de Jaxia resonaron en todo el salón, dejando a los hermanos sin saber que decir ante esta decisión, que la misma mujer frente a ellos había querido desde el principio.
—Madre, aunque estés preocupada por Zhalir, tienes que entender que esta es la decisión que ha tomado, no podemos hacer nada —le respondió uno de los hermanos.
—Zhasem tiene razón, madre —esta vez, quien respondió fue la mujer que había estado en el hospital con Sálum—. Además, él ya ha tomado su decisión, no podemos hacer nada más.
En aquel salón, los objetos de decoración eran unos que Sálum nunca había visto antes. Todo parecía más moderno, con un lujo que no tendrían nada que envidiarle a los Antiguos Ríos.
La familia del chico —Zhalir— pertenecía a una familia de Guerreros, en sus venas estaba el poder natural para luchar.
Aunque Sálum no había podido salir de la mansión familiar desde que le dieron de alta, por lo poco que había podido averiguar de la información que la propia familia había proporcionado, pudo deducir que; Zhalir era el hijo menor y aunque no le gustaba hablar mucho, era muy cooperativo en todo lo que su familia había decidido para él, hasta hace exactamente seis meses, cuando estaba a punto de terminar el último grado de la secundaria, decidió que no iría a la escuela de magia.
Nadie sabía porqué había tomado esta decisión de repente, pero ninguno estuvo de acuerdo.
Después de todo, en el linaje de esta familia estaba el poder de la guerra y aprender a luchar, era lo natural.
Además de Zhalir, estaba Lima, la mujer que había estado con él en el hospital. A diferencia de lo que Sálum había pensado, ella no era propia de la familia, ni pertenecía al linaje de los Guerreros; era una niña que habían adoptado para hacer de compañía a los hermanos.
Así que, contándolo de otra manera, los "hermanos biológicos" de Zhalir eran; Zhasem, Zhará y Zhalü.
Desde que llegó a la mansión, esa había sido toda la poca información que había reunido, quizá, en la próxima semana, cuando entrara en la escuela de magia, lejos de esta familia, podría averiguar más.
Hasta el momento, solo podía tratar de actuar como Zhalir.
Sabía que en el salón se estaba llevando a cabo una discusión sobre si entraba a la escuela de magia, sin embargo, no podía escuchar nada por más que lo intentara. Sus poderes y todo el entrenamiento que había pasado años para poder obtener, desaparecieron, así como así.
—Pero ese niño... —Jaxia estaba sentada, pero no parecía nada cómoda. Sus ojos estaban ausentes, como si la persona que estuviera hablando fuera una existencia diferente a la de ella—, no quiero que le vuelva a ocurrir algo así. Y si eso implicaría que no asista a la escuela de magia, estoy de acuerdo.
Ninguno de los hermanos pronunció una palabra, antes de que Zhará dijera, en un tono cansado: —Aunque el comportamiento de Zhalir ha sido extraño, aún no sabemos quién lo secuestró. Ni siquiera tenemos la mínima pista de sí está relacionado con su negación a entrar a la escuela de magia —sus ojos recorrieron a todos en la habitación, antes de continuar—. Dejemos que asista.
Entendiendo lo que su segundo hijo quería decir, Jaxia se negó: —No utilizaré a mi propio hijo como cebo.
—Mamá... —Lima trató de decir algo, antes de que Zhará la interrumpiera.
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La última llama del fénix
FantasySálum había entregado su adolescencia a entrenar día y noche para averiguar la raíz de la caída de su familia. Entregándose al camino de los asesinos; sus sentimientos gradualmente se perdieron, su moral cayó al punto más bajo, elaboró planes para...