Episodio 8

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"Digno de ser un ignorante del Área Verde".


Era un nuevo año en la escuela de magia; después de una breve celebración, estaban listos para comenzar los entrenamientos.

Los horarios habían sido impresos hacía mucho tiempo, así que cuando Sálum se despertó a la mañana siguiente, mientras caminaba hacia algunos de los salones de clase, se topó con una estudiante que tenía los horarios.

—¿Sálum? —la chica lo detuvo. Esta lo miró durante un momento antes de pasarle el horario—. Aquí está tu horario, feliz resto del día —sin esperar una respuesta, la chica se fue felizmente a entregar los demás horarios.

Ahora que había podido ahorrar unos minutos de su tiempo, estaba un poco aliviado.

Caminó por los pasillos de la escuela, doblando hacia la derecha o hacia la izquierda, dependiendo de si estaba en el horario que la chica le había entregado; ya que, este, además de contener las clases que estaría recibiendo, también tenía los distintos pasillos, el comedor, la biblioteca, los salones de clases, los dormitorios, etc.

Aunque nunca había estado allí, para Sálum fue fácil familiarizarse con el proceso.

Las clases que estaría recibiendo se enfocaban más que nada, en la lucha y el manejo de armas, yendo desde los lunes hasta los sábados, siendo los domingos el día de descanso.

El profesor que estaría impartiendo todo esto se llamaba Bester; a excepción del nombre, no había ninguna información adicional.

Caminó unos minutos más por el pasillo, ahora, sin el temor de tantas personas mirando, pudo ver los detalles que había a los alrededores. Claro, lo más destacado de todo eran las pinturas en las paredes. Parecían imágenes muy realistas, como si los pintores mismos hubieran estado ahí para presenciar aquellas escenas.

Desde un hombre apuñalando con una espada a otro, hasta miles de soldados dirigiéndose a la guerra.

Una batalla. Miles de soldados pertenecientes a diferentes clanes.

Guerreros, salvadores, creacionistas, videntes, alquimistas y forzadores.

Las ocupaciones que cumplían los Seis Clanes principales pasaron por su mente; había leído toda la información del libro que Lima le había entregado, hasta tal punto de conocer quién había comenzado el linaje y sobre cuáles manos caería hoy en día.

Lo más interesante fue leer sobre El Emperador de Hierro y la guerra que se había desarrollado.

Pero había pasado hacía tanto tiempo, que ya no quedaban tantos registros y quién sabía cuántos de estos habían sido manipulados al pasar los años.

Tuvo una ligera premonición en su mente, solo que en ese momento decidió no prestarle mucha atención; no importaba lo que viniera después, siempre y cuando pudiera regresar a su tiempo original.

El camino desde los dormitorios hasta el entrenamiento con Bester fue bastante largo, demostrando lo grande que era la escuela de magia, pero eso solo se confirmó aún más cuando llegó al campo de entrenamiento.

En realidad, el salón de clases que manejaba Bester no era un espacio cerrado como el Ozunma, si no que era al aire libre.

Cuando Sálum abrió el salón de clases número 2, lo que apareció frente a sus ojos fue esto; además de unos cuanto veinte chicos que estarían entrenando, sin ser del linaje directo de los guerreros, delante de ellos había una enorme pista; nadie podría decir con precisión cuántos sun de distancia habían en estas.

La última llama del fénixWhere stories live. Discover now