𝐄𝐍𝐄𝐌𝐈𝐄𝐒 - 𝐂𝐀𝐒𝐓𝐈𝐄𝐋 | 𝗖𝗗𝗠

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Sucrette

Ya era el día siguiente. Me costó mucho levantarme de la cama. Me dormí algo tarde por estar hablando con mis padres anoche.

Hablamos de todo un poco, una historia en específico que se tocó fue la de el romance que han tenido mis padres durante más de 17 años.

Mis padres están juntos desde mucho antes de que nací. Su amor y su cariño es mutuo y parece que va aumentando cada día.

Siendo sincera, me gustaría tener una relación con un chico parecida a la de mis padres. Una relación en el que se base en un 50/50, que ambos nos amemos mutuamente, y aumente cada día.

Es muy díficil ahora encontrar algo parecido a lo que quiero, pero, soñar es gratis, ¿no es así? Debería dejar de soñar. Esto de querer historias tan perfectas me sacan de la realidad.

Bueno, ahora a alistarme para irme al Instituto. Mi conjuntos siempre serán algo sencillos, mientras me vea bien, no me importa lo demás.

Me puse un pantalón cargo holgado, color negro, una blusa blanca, un cinturón negro con un tipo de picos metálicos y mis zapatos favoritos, botas altas negras.

Esa blusa, hacía resaltar mi cintura, diría que también mis pechos, pero en realidad, no tengo mucho.

Antes de irme, me miré por última vez en el espejo, me peiné un poco mi cabello y recogí mi mochila que tenía algunos broches de mis bandas de rock favoritas.

Había salido de mi casa. Hoy no desayuné por dos razones; la primera, no me dio tiempo, y la segunda, no quería hacerme algo para comer.

La cocina no es mi fuerte, además, de que me da mucha pereza, aún así, si tengo que ayudar a mi madre en la cocina, con gusto lo haré aunque aveces pueda terminar quemando algunas cosas.

Llegué al Instituto, me encontraba en la entrada, cuando iba a dar un paso hacia adelante, alguien tocó mi hombro izquierdo muy suavemente.

Mi cabeza inmediatamente volteó hacia mí hombro, y era Lysandro. Me sorprendió un poco su acción, pero tampoco me molestaba.

Estaba a punto de decirle algo, pero, Lysandro se me adelantó.

-¡Hola, Sucrette! ¿Cómo estás?-

Me miró con atención con sus ojos de dos colores.

-¡Hola, Lysandro! Estoy bien, gracias por preguntar, ¿tú cómo estás?-

Le dije con una pequeña sonrisa.

Lysandro caminó un poco y se puso enfrente de mí.

-¡Estoy bien, igual! Vi que ya te dirigías a clases, y quería aprovechar para no entrar solo al aula.-

Bueno, algo es algo.

-Si, está bien, vamos. ¿Sabes que tenemos ahorita? Como soy nueva, todavía no me he aprendido el horario de clases, y aveces me pierdo un poco por el Instituto.-

Di una pequeña mirada a Lysandro, esperando su respuesta.

-Si te soy sincero, no tengo la menor idea.-

Solté una pequeña risa.

-No pasa nada. Podemos preguntarle a algún compañero, debe de haber alguno por aquí cerca.-

Al decir esto, mi mirada se dirigió hacia mí lado izquierdo.

Había una chica que tenía una trenza en su cabello rojizo, tenía ojos verdes y se encontraba platicando con otra chica de pelo castaño y ondulado, que tiene un par de clips azules a un costado de su flequillo y sus ojos de un color celeste.