XII

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∆ ADVERTENCIA ∆

- Violencia.
- Sangre.
- Maltrato infantil.
- Daño emocional.

×××

Lucci supo que nadie podría protegerlo cuando Smoothie declaró que regresaría a la casa de Akainu, el miedo creció en su pecho cuando notó la sonrisa presumida del Almirante. No tuvo la percepción de cuando Luffy peleó con todos, cuando lo llevaron a dirección, pero recuerda a detalle como lo sujetaron del brazo herido y lo llevaron arrastrando hasta el auto que lo llevaría de nuevo a su infierno personal.

Cuando estuvo arriba del vehículo vio a Rosinate, entonces la desesperación creció en él.

"No quiero irme, quiero quedarme, por favor ayudame. No quiero estar con él; ¡Sacenme de aquí!" Su cuerpo se movió solo para intentar abrir la puerta del auto, pero Akainu lo golpeó tan fuerte contra la puerta que cuando se estrelló con el cristal de la ventana dejo una mancha de sangre. Su mente se confundió tanto por el golpe que se quedó quieto viendo todo y sin poder reaccionar realmente "Por favor, Sabo, Vicealmirante Garp, Capitán Rosinante, Law, Luffy, alguien alejeme de él".

Empezó a ver el mismo camino al que estaba acostumbrado desde que era un niño, paso por la estación de tren, por el parque frente a la estación de bomberos y finalmente hasta la residencial donde paso cada peor momento de su vida.

— Hemos llegado a casa—. Ni si quiera lo dejo bajarse solo, de nuevo lo sujeto del brazo lastimado arrastrándolo por sobre los asientos del auto para llevarlo al interior de la casa sin dudarlo en ningún momento.

Desde el primer momento en que entraron a la propiedad, Akainu de deshizo de golpe del cabestrillo en el brazo de Lucci y retiro las vendas que tenía en su cabeza; que ya tenían una mancha de sangre; luego de eso lanzó su cuerpo hacia la mesa del comedor que se rompió bajo su peso.

— ¡Mocoso, te separan dos semanas de mi y ahora no puedes ni si quiera caer se pie! ¡Han arruinado todo el trabajo que hice!—. Akainu gritó y fue hacia Lucci, antes de poder pisarlo este se quitó y se levantó del suelo en posición de batalla—. Parece que aún conservas tu reacción, no mandaron al carajo todo lo que hice, bastardo.

Era distinto, al menos para Lucci, cuando alguien más le decía bastardo a cuando Akainu lo hacía. Cuando era él quien se lo decía dolía desde su pecho hasta sus ojos, pero llorar solo haría que su castigo sea peor que antes.

— Está maldita semana será de supervivencia para ti, debes volver a tus habilidades. Tienes una misión el fin de semana—. Sakazuki se acercó a él acomodando sus mangas sobre sus codos y avanzaba hacia él—. Porque soy un "padre" caritativo, te daré cuatro segundos.

Lucci no dudó en correr hacia el segundo nivel, la tierra neutral era su habitación, si llegaba podría revisar su brazo y pensar que diablos podía hacer para sobrevivir o para escapar de él.

— ¡Debes dejar de hacer demasiado obvio!—. Sakazuki lo alcanzó en esos cuatro segundos de ventaja y lo golpeó contra las escaleras, hace tanto tiempo que Lucci no experimentaba tanto dolor—. ¡Levántate!

— Entendido señor.

Lucci fue golpeado contra el barandal, las escaleras, cayó hacia el primer piso, patadas, golpes, gritos. Lucci lo único que podía hacer era repetir su mantra.

"No te quedes, será peor. No te quejes, será peor. No te quedes, será peor. No te quejes, será peor. No te quedes, será peor. No te quejes, será peor. No te quedes, será peor. No te quejes, será peor. No te quedes, será peor. No te quejes, será peor".

¡Esto Es Guerra! [ONE PIECE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora