Capítulo 1.

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Otra reunión se realizaba en aquella vieja capilla entre los cuatro Jerarcas y la sacerdotisa Mare Miranda.

La sacerdotisa aún seguía en búsqueda de un recipiente adecuado para su hija Eva, sin ningún éxito, comenzó a desesperarse. La reunión iba entre la búsqueda del recipiente con ayuda de sus hijos y discusiones entre dos de ellos. Lady Dimitrescu y Lord Heisenberg.

Una vez la reunión se dio por terminada, cada Jerarca se retiró a sus tierras. La sacerdotisa caminaba por la nieve pensativa, la urgencia de encontrar el recipiente perfecto y las disputas entre sus hijos mayores la dejaban agotada. Mientras caminaba, escuchó un ruido cerca de unos arbustos cerca de ella. No podía ser ningún lycan, ella los controlaba después de todo. Los sonidos no cesaron, la mujer se acercó a uno de los arbustos. Lo que encontró detrás de este, la emocionó y al mismo tiempo la asombró.

Una bebé.

Estaba en una canasta muy bien envuelta. La sacerdotisa tomó a la bebé en sus brazos, "¿A quién se le ocurre dejar a una bebé en medio de la nada?" Pensó ella.

Apartó un poco la tela que cubría el rostro de la criaturita y se topó con los ojos de la bebé bien abiertos. Unos ojos color gris, podían fácilmente confundirse con ojos azules. La bebé fijó su vista en la sacerdotisa, comenzó a jugar con una de las garras de ella mientras reía.

La sacerdotisa se llevó a la bebé. Se preguntaba si la criatura tendría nombre, debía pero no era adivina. Lo primero que se le ocurrió fue experimentar con la nena para ver si podía ser un buen recipiente.

Pero, algo dentro de ella no se lo permitió. Delaney fue el nombre que escogió para la bebé. La bebé era hermosa, para Miranda no fue difícil cuidar de ella, claro, había sido madre ya. Ella no pensaba cuidar otro mocoso más, según ella.

Miranda no dijo nada sobre la bebé a ninguno de sus hijos, y cuando dijo ninguno, así fue.

Cuando la pequeña creció, ahora con veinte años de edad, dio buenos resultados con la crianza de la sacerdotisa, Miranda nunca trató de experimentar con ella, ¿por qué no? Simple, le había tomado cariño en muy poco tiempo para gusto de la mayor.

La joven era una chica de buen carácter, seria e intimidante si se lo proponía, al igual que valiente y retadora. Sus ojos, con el paso del tiempo se hicieron de un color intenso. Con solo mirarlos, provocaba un aire de superioridad a quien la mirara a los ojos. Su piel blanquecina le ayudaba con eso, su cabello era color negro azabache, hacía una imagen perfecta para Miranda.

Cualquiera que la viera diría que la joven era completamente inútil, pues no era así. La joven tenía el trabajo de vigilante de la Villa. La joven era sabedora de lo que Miranda y los Jerarcas hacían, pero eso era algo menor para ella ya que Miranda le enseñó a normalizar eso entre la familia. Además que a la joven no podía importarle menos eso. Incluso una vez llegó a matar a cinco hombres que intentaban entrar a la mansión Beneviento. La joven nunca conoció en persona a ninguno de los Jerarcas, solo sabía que eran experimentos y fieles seguidores de su madre. Sus nombres se los podía de memoria, según las descripciones que Miranda le dio, quien más le llamó la atención fue Lady Dimitrescu. La mujer era un tipo de vampiro de tres metros de altura. Sabía que había tenido una enfermedad cancerígena en la sangre mucho antes de conocer a Miranda, y que fue salvada por la misma.

La joven tenía su propio territorio algo alejado de los demás terrenos de los Jerarcas para que estos no supieran de su existencia por el momento.

Una mañana, Miranda fue al territorio de la joven para darle una noticia que había estado esperando desde que tenía los quince años. La joven conocería finalmente a los Jerarcas ese mismo día por la noche. La noticia claro que emocionó a la joven, hubieron varias veces en las que la joven le rogó a Miranda que quería conocer a sus hermanos, en una de esas muchas ocasiones, Miranda y ella llegaron a discutir por eso, y por esa discusión, provocó que Miranda tuviera un ataque de ira y lastimara a la joven dejándole una cicatriz en el ojo izquierdo.

Una Jerarca más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora