Una Jerarca más.

Capítulo 8

Su vista se fijo en aquella mujer de altura sobrehumana. Aquella mujer que había extrañado con su alma más de lo que le hubiera gustado hacerlo.

Ella seguía igual de hermosa que años anteriores y se sentía mal por la manera en la que le trató cuando pasó ese problema. Problema que para ella ya no era relevante.

La dama estaba de espaldas a ella y Delaney quería ver su rostro. El sobrero le tapaba la mayoría de vista y por primera vez maldecía esa cosa. Vio aquel enjambre de moscas aparecer y materializarse en la hija mayor de la dama.

-¿Pasó algo Bela?-Preguntó la dama. Al escuchar su voz, sonrió inconscientemente y apoyó su cabeza entre sus manos poniendo atención a lo que iba a hablar.

-Hay alguien en el castillo.

Eso tomó por sorpresa a Delaney, no podían hablar de ella.

-¿Qué te hace pensar eso querida?

-Hay un olor diferente, incluyendo esta sala...Daniela y Cass también lo notaron hace unos minutos en la sala principal.-Dijo sin apartar la mirada de su madre.

-Entonces manténganse alerta, sea quien sea esta persona va a pagar caro por meter las narices donde no le conviene. Avisa a tus hermanas y a las criadas.

-Sí madre.-Dijo Bela para luego desaparecer.

Por primera vez odiaba su cambio, estaba irreconocible. Y temía que Alcina la viera rondando por el castillo y la confundiera con un intruso y terminara matándola. Aunque no sería una mala manera de morir para ella.

Para su sorpresa, Bela volvió a aparecer.

-Madre Miranda está aquí, y viene acompañada de los demás Jerarcas.-Le dijo.

Sonrió en sus adentros y sintió que su emoción incrementaba.

-Que extraño, no suelen venir todos juntos...-Dijo Alcina pensativa.-Me pregunto por que.

-Supongo que Madre Miranda tiene una explicación para no avisarte.

-Supongamos que sí.

Alcina comenzó a caminar para pasar la puerta agachada, Delaney desvió la mirada cuando ella hizo eso.

La verdadera diversión comenzaba ahora.

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La joven esperó a que la matriarca se fuera de la sala para ella bajar de golpe. Planeaba esperar a que Miranda dijera su nombre para salir, quería hacer un espectáculo.

Buscó el camino más corto hasta la sala donde Miranda hablaba a veces con Alcina, suponiendo que ahí estarían todos, y tuvo toda la razón.

Subió a uno de los balcones que había para ver desde ahí. Estaba emocionada a más no poder.

Vio entrar a la sala a la matriarca siendo seguida por la sacerdotisa y los demás de sus hermanos.

-De seguro te preguntaras por que he traído a todo aquí, Alcina.-Dijo Miranda sentándose en uno de los sillones. Los demás Jerarcas también se sentaron.

-A mi si me gustaría saberlo.-Dijo Heisenberg.-Me has agarrado en medio proyecto.

-Igual a nosotras. ¡No puedes llegar de la anda a sacarnos de nuestras tierras sin avisar!-Dijo Angie desde el regazo de Donna.