-¡DANIELA!
Delaney logró atraparla justo a tiempo, cayéndose en el proceso.
Daniela cayó encima de Delaney, amortiguando perfectamente la caída del árbol. Bela sacó a Daniela de encima de Delaney.
-¡Idiota!-Dijo Cassandra con una mezcla de preocupación y molestia. Le dio un golpe en la cabeza a Daniela.
-Delaney... ¿Estás bien...?-Preguntó Daniela sobándose la cabeza por el golpe de Cassandra.
Delaney se levantó con dificultad del suelo, cuando quiso mover su brazo derecho, siseó de dolor y se agarró el brazo. Entonces, se dio cuenta de que ni podía mover el brazo...
Estaba roto.
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- ¡POR LA PUTA! - Exclamó Delaney con dolor.
Bueno, Cassandra, sí, Cassandra, pensaba que el brazo estaba dislocado... aún sin saber que esa cosa estaba rota y trataba de "ponerlo en su lugar", jaloneándolo con brusquedad.
-Cassandra, ¡La estás lastimando! - Dijo Bela apartándola. - Hay que llevarla con madre de regreso... Ella sabrá qué hacer...
-Esto es increíble...- Murmuró agarrándose el brazo
Caminaron de regreso al castillo. Delaney iba consolando a Daniela, quién iba llorando en ese momento, sintiéndose culpable por lastimarla.
-Tranquila Dani... está bien, las cosas pasan...-Dijo Delaney pasando su mano por la espalda de la pelirroja mientras que el otro quedaba colgando a su costado.
-¡Pero te lastimé!-Dijo Daniela sollozando.
Por los Dioses del Olimpo...
Delaney siguió consolando a Daniela hasta que llegaron al castillo de nuevo. Delaney fue a su cuarto inmediatamente, no queriendo que nadie le tocara sólo por su brazo...
Varias criadas tocaron la puerta de su habitación, incluyendo las niñas, y se negó a abrir.
Hasta que ella apareció.
La puerta sonó dos veces.
-¡Déjenme tranquila joder!- Exclamó molesta.
-Cuida tu vocabulario conmigo mocosa.
Se tensó al escuchar esa voz, inmediatamente se levantó de la cama, con el brazo colgando y moviéndose cual trapo y abrió la puerta con su brazo bueno.
-Lo siento... no sabía que eras tú.- Dijo ella.
Alcina la apartó del camino, agachándose para pasar por la puerta y la cerró una vez estuvo adentro.
-Siéntate.- Ordenó y Delaney se sentó en la cama de inmediato.
Alcina se arrodilló frente a ella, de la nada, una criada entró a la habitación con un botiquín. La criada estaba por comenzar a revisar el brazo de Delaney, pero Alcina la detuvo a tiempo.
-Lo haré yo, puedes irte.- Dijo Alcina.
La criada salió de la habitación.
-¿Qué? ¿Ahora eres enfermera?-Dijo Delaney con burla.
-Oh, por favor, sólo cállate.- Respondió Alcina tomando su brazo.
Alcina lo tocó varias veces para ver si no estaba roto, y en efecto, lo estaba.
-Tu brazo está roto.- Dijo Alcina tocando su brazo aún.
Delaney se quedó callada, mirando su brazo por un momento.
Alcina se quitó los guantes y los dejó en la cama, sus manos masajearon el brazo de Delaney con una suavidad y cuidado sorprendentes. Por alguna razón, el corazón de Delaney comenzó a acelerarse mientras sentía sus manos sobre ella, su vista no se desviaba de sus manos mientras masajeaba su brazo.
Ver y sentir sus delicadas manos sobre su piel, tratando de quitarle el dolor de alguna manera... Estaba haciendo algo en ella, eso era algo definitivo...
-Muy bien, tienes que mantenerlo en reposo mientras el hueso se reacomoda.-Dijo Alcina de la nada con tono suave.
Delaney asintió, sus ojos no se apartaban de ella mientras hablaba. -¿Cuánto tiempo... tardará en curarse?- preguntó.
-Unos meses es lo más seguro, la caída fue demasiado alta, por lo que tienes que agradecer de que no te moliste los huesos cuando caíste.-Alcina la miró con severidad.
-Perdón... No iba a dejar que Daniela cayera...
-¿Te das cuenta de que mis hijas pueden volar, Delaney?-Dijo enarcando una ceja.
Delaney se quedó callada un momento.
Era cierto, las hijas Dimitrescu podían volar...
-Lo olvidé...- Murmuró apenada.
Alcina puso los ojos en blanco y negó. -No me sorprende...-Murmuró. -Escucha, voy a cambiar el vendaje de tu brazo cada semana, una de las criadas te pondrá un yeso para que la curación sea más rápida y eficaz, y nada de movimientos bruscos, ¿Escuchaste?
-Fuerte y claro, mi señora...-Dijo Delaney.
Esta sería una semana larga...
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Una Jerarca más.
AléatoireLuego de una de las muchas reuniones en la vieja Aldea liderada por la sacerdotisa Madre Miranda, la sacerdotisa se encuentra a una pobre criatura en medio de la nieve. Criatura que lamentablemente, sería la razón de su perdición años después.