El sol apenas se asomaba por el horizonte cuando Seungmin salió de su casa, dispuesto a enfrentar otro día de instituto. El viento fresco de la mañana le despeinaba el cabello mientras caminaba lentamente, pensando en lo que había visto la tarde anterior. Su niñero, Bangchan, estaba involucrado en algo sospechoso, y Seungmin no podía quitárselo de la cabeza.
Seungmin odiaba a Bangchan, su niñero que sus hermanos contrataron mientras estaban fuera del pais por estudios. La presencia de Bangchan en su vida no era más que una molesta constante, agravada por el hecho de que ambos asistían al mismo instituto. Bangchan, dos años mayor que él, tenía sus propios amigos: Minho, su mejor amigo desde la infancia, y Hyunjin, el chico nuevo que había captado la atención de todos por su fama en las redes sociales.
Por otro lado, Seungmin tenía a sus propios amigos que lo apoyaban incondicionalmente: Felix, Jisung y Jeongin. Jisung y Minho eran novios, una relación que había comenzado el año anterior y que todos apoyaban con entusiasmo. Felix y Hyunjin, aunque no lo admitían abiertamente, estaban en esa complicada fase de ser “casi algo”. Y Jeongin, el más joven del grupo, salía con el hermano mayor de Seungmin, quien estaba de viaje y no respondía sus mensajes, para gran frustración de Jeongin.
El timbre de la primera clase sonó justo cuando Seungmin cruzaba la puerta del instituto. Se dirigió al aula donde lo esperaban sus amigos, intentando apartar de su mente la imagen de Bangchan entregando dinero a un chico desconocido la noche anterior. Pero sus esfuerzos fueron en vano; la escena seguía repitiéndose una y otra vez en su cabeza.
—Seungmin, ¿estás bien? —preguntó Jisung, notando su distracción.
—Sí, solo estoy un poco cansado —respondió Seungmin, intentando sonreír.
Felix, que estaba sentado al lado de Hyunjin, levantó una ceja. —Vamos, sabemos que algo te preocupa. Cuéntanos.
Seungmin suspiró, dudando si debía compartir lo que había visto. Finalmente, decidió que era mejor hablarlo con sus amigos. —Ayer vi a Bangchan comprando algo... algo sospechoso. Le dio dinero a un chico y se lo llevó en una bolsa.
Los ojos de sus amigos se abrieron con curiosidad. Hyunjin, quien empezaba a conocer mejor a Bangchan, frunció el ceño. —Eso suena raro. ¿Sabes quién era el chico?
—No lo reconozco. Pero Bangchan parecía nervioso —contestó Seungmin.
Antes de que pudieran seguir hablando, Minho entró en el aula y se acercó a ellos, saludando a Jisung con un beso rápido. —¿De qué están hablando?
—De Bangchan —dijo Jeongin rápidamente. —Seungmin lo vio comprando algo sospechoso anoche.
Minho se quedó pensativo por un momento. —¿Sospechoso cómo?
Seungmin repitió la historia, sintiendo cómo la preocupación crecía entre sus amigos. Jisung miró a Minho con una expresión que decía más de lo que las palabras podían expresar. Minho asintió lentamente, como si comprendiera algo que los demás no.
—Tal vez deberíamos investigar un poco más —sugirió Hyunjin. —Si Bangchan está en problemas, podríamos ayudarlo.
Seungmin sintió una mezcla de alivio y ansiedad. Alivio porque no estaba solo en esto, y ansiedad porque lo que descubrirían podría cambiar la dinámica de su vida con Bangchan. Mientras las clases avanzaban, Seungmin no podía evitar mirar de reojo a Bangchan, que estaba sentado al otro lado del aula, ajeno a la tormenta de sospechas que se cernía sobre él.
El día pasó rápidamente y, cuando sonó el timbre de la última clase, Seungmin y sus amigos se reunieron en la biblioteca para planear su siguiente movimiento.
—Bien, tenemos que ser cuidadosos —dijo Minho, asumiendo un rol de liderazgo natural. —No podemos acusar a Bangchan sin pruebas concretas. ¿Seungmin, tienes alguna idea de dónde podría estar esa bolsa?
—Probablemente en su habitación —respondió Seungmin, sintiendo un nudo en el estómago al pensar en invadir la privacidad de Bangchan.
—Entonces, esta noche, cuando todos estén dormidos, tú y yo iremos a buscarla —dijo Minho con determinación. —Los demás, estén atentos a cualquier cosa fuera de lo normal.
Seungmin asintió, sabiendo que no había vuelta atrás. Mientras caminaba de regreso a casa la luna llena aparecía sintiendo cómo las energías en su cuerpo se restauraban y estaba más tramquilo. Se preguntaba como acabaría todo aquello y si tendría problemas con Bangchan o sus amigos.
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Mi pequeña pesadilla
Random•- Seungmin vive con sus dos hermanos, un día se entera de que se van a ir a las afueras del país dos años por estudios y que para que no se quede solo sus hermanos contrataron a un niñero, el problema empieza cuando Seungmin le comienza a hacer la...