Un chico caminaba solo por los pasillos de un hogar, donde había mucho silencio.
— ¿Mamá? — Se asomó en la cocina.
Una señora de cabello verde cocinaba, pero al oír la voz de su hijo rápidamente dejó lo que estaba haciendo y le prestó toda su atención.
Desde el intento de suicidio de su hijo ha estado comportándose así, le presta demasiada atención, y en la noche siempre espera a que se duerma para ella poder ir a descansar. Pensar en lo sucedido, y en que si se hubiera dado cuenta tarde lo hubiera perdido para siempre.
— ¿Si cariño?
El adolescente se adentró a la cocina.
— Hoy es mi cita con la psicóloga.
El silencio reinó la habitación.
— Espérame un poco, terminó y nos vamos.
— Si. — Fue lo único que dijo para luego salir del lugar.
Desde lo sucedido ha empezado a hablar menos, se encierra en su habitación y pasa horas ahí, los mensajes en su teléfono se han acumulado, pero no es capaz de responder si quiera a uno, también dejó la escuela un tiempo, según lo que le dijeron a su madre era mejor darle un tiempo.
Tiempo después su madre lo habló y fueron en taxi hacia el consultorio. Al llegar su madre se puso a hablar con la recepcionista mientras ya hijo estaba cruzado de brazos a su lado con la mirada perdida.
— Si, en un momento lo atienden.
Se sentaron en unos asientos que estaban en el lugar mientras esperaban. Midoriya miró a su alrededor, habían pocas personas, estas lucían ansiosas por ser atendidas, como si tuvieran muchas cosas que contarle a su psicólogo, pero él no, no tenía nada de que hablar.
Minutos después alguien se acercó.
— Ya puede pasar.
Su madre le dió una palmada en la espalda. Suspiró y se levantó para seguir a la mujer, lo guió a un pasillo, abrió una puerta y se hizo a un lado para que pase. Sin problemas lo hizo, entró a la habitación mientras escuchaba la puerta cerrase detrás de él.
— Izuku Midoriya ¿verdad? — Escuchó una voz femenina.
Miró en su dirección, encontrándose a una mujer sentada en un pequeño sofá, enfrente de ella había una mesa y luego otro sofá igual.
— Si.
— Adelante, siéntate.
Caminó a pasos lentos y se sentó en el sofá libre.
— Soy Mitsuri — Se presentó. — y me gustaría que podamos llevarnos bien.
Él no respondió.
— Izuku, dime-
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𝐋𝐨𝐧𝐞𝐥𝐢𝐧𝐞𝐬𝐬 Izuku Midoriya
FanfictionSoledad y vacío, esos eran los sentimientos que albergaban a Junko Inoue cada minuto, sentía que no encajaba en ninguna parte, y siempre fue invisible a los ojos de todos, al menos así era hasta que entabló una relación con su vecino Izuku Midoriya...