Soledad y vacío, esos eran los sentimientos que albergaban a Junko Inoue cada minuto, sentía que no encajaba en ninguna parte, y siempre fue invisible a los ojos de todos, al menos así era hasta que entabló una relación con su vecino Izuku Midoriya...
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Bajo el leve tintineo de la lluvia que golpeaba suavemente contra el paraguas, Izuku y Junko caminaban juntos por las calles empapadas de la ciudad. Las luces de neón destellaban en los charcos que se formaban a sus pies, creando un ambiente mágico y casi irreal a su alrededor.
Junko, con su sonrisa radiante y su cabello blanco mojado por la lluvia, se acercó un poco más a Izuku para compartir el paraguas.
— Esta noche es tan tranquila y hermosa. — murmuró, mirando alrededor con admiración.
Izuku asintió, mirándola con una mezcla de ternura y admiración.
— Sí, es como si la ciudad se rindiera a la lluvia y nos dejara este momento para nosotros.
Se detuvieron bajo el toldo de una pequeña cafetería que aún tenía las luces encendidas, protegidos del aguacero pero sintiendo la fresca brisa de la noche. Izuku se quitó el paraguas y lo apoyó contra la pared cercana, antes de tomar suavemente las manos de Junko en las suyas.
— Recuerdo que mencionaste una canción de Taylor Swift que te encanta. — dijo Izuku con una sonrisa leve. — ¿Cómo era? ¿Enchanted, verdad?
Junko rió suavemente, sus ojos brillando con cariño.
— Sí, exactamente. Es una de mis canciones favoritas.
Izuku, sin soltar sus manos, comenzó a canturrear suavemente algunos versos de la canción mientras miraba a Junko con una intensidad que solo ella podía provocar en él.
— Está noche es perfecta, no la dejes pasar. Estoy sorprendido, dando vueltas totalmente solo. Voy a pasar toda mi vida preguntándome si sabías algo...
Los chicos se perdieron en el momento, rodeados por la melodía de la lluvia y las suaves notas de la canción que Izuku tarareaba. Para Junko, cada palabra resonaba profundamente, como si Izuku estuviera expresando lo que ella sentía sin necesidad de palabras.
— Este soy yo orando para que esta fuera la primera página, no en donde la historia termina. Mis pensamientos van a hacer eco de tu nombre, hasta que te vuelva a ver. Estas son las palabras que me tuve que contener.
Los ojos de Junko se llenaron de emoción mientras escuchaba a Izuku, sintiendo cómo cada palabra de la canción resonaba con su propio sentimiento hacia él. La lluvia caía suavemente a su alrededor, pero en ese momento parecía que estaban en un mundo aparte, solo ellos dos y la música de Taylor Swift.
Izuku continuó cantando con una ternura que solo aparecía en momentos íntimos como este.
— Ya que me tuve que muy rápido.— murmuró, sus ojos verdes brillando con sinceridad mientras miraba a Junko.— Estuve encantado de conocerte...
Junko sonrió con ternura y sintió un nudo en la garganta, emocionada y agradecida por este momento especial.
— Izuku, eres increíble. — dijo con voz suave, apretando sus manos entre las suyas. — Esta noche, contigo, es hermosa.
La canción llegó a su fin, pero el silencio que siguió fue cómodo y lleno de significado. Se miraron el uno al otro, perdidos en el brillo de la lluvia y en la conexión que compartían. En ese instante, no necesitaban más palabras; el amor y la complicidad entre ellos hablaban por sí mismos en el suave murmullo de la lluvia que los rodeaba.
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Porqué amo a Taylor Swift, y todo lo que tenga que ver con ella.
