🌫Muichiro Tokito🌫

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—¡T/N! ¡Sé que estás por aquí! ¡Es cuestión de tiempo para que te encuentre! —Gritó alegremente el pelinegro mientras te buscaba por los arbustos y detrás de los árboles.

Tú intentabas aguantarte la risa, pero era casi imposible puesto que tu novio se veía tan tierno buscando por cada rincón.

Tu escondite era bueno. La rama más alta de un árbol. No solo por la altura del escondite, si no porque las hojas del árbol te ayudaban a que fueras casi imperceptible.

Llevaban jugando "escondidijo", o como él le decía "el escondite", desde hace una hora. Obviamente, anteriormente él ya te había encontrado varias veces, pero siempre que le decías que intercambiarán papeles él negaba, ya que según él era más divertido encontrarte. Además que si fuera al revés, sabe que nunca lo encontrarías. Es un pilar después de todo.

—Te encontré.

Y con eso bastó para que te diera un susto de muerte y te cayeras del árbol.

Chocaste con varias ramas en el proceso que ralentizaban tu caída, por lo que Muichiro alcanzó atraparte antes que aterrizaras en el suelo.

—Uff, eso estuvo cerca. —Te miró con alivio al asegurarse de que estabas bien.

Pero el joven pilar habló muy pronto; no contó con que una rama te cayera en la cara.

—¡Ay! —Te bajaste de sus brazos y acostaste en el suelo, rodando de un lado a otro con las manos en la cara, esperando que así se te quitara el dolor—. ¡¿Cómo se te ocurre asustarme así?! ¡¿Me querías encontrar muerta o qué?!

—No seas tan dramática, T/N. Deberías darme las gracias porque te salvé de una posible muerte. —Miró

—En primer lugar... —Te quitaste una de las manos de la cara y te sentaste sin ocultar tu fuerte desagrado por lo ocurrido en ese momento. —Si no me hubieras asustado, no me hubiera golpeado tanto... y en segundo lugar, creo que me torcí el tobillo.

Tokito cambió su cara de indignación —que, según él, ocultaba bien— y esta cambió a una preocupación alarmante.

Se arrodilló a tu lado y comenzó a revisarte la zona afectada. Casi le pegas una patada en cuanto intentó moverte el pie levemente.

—No te muevas, T/N. Esto... Te va a doler un poco.

No tuviste tiempo de reaccionar y él ya te había enderezado el tobillo. Por instinto gritaste y le pegaste un puño, pero él lo esquivó sin problemas.

—En serio, debes dejar esa manía de pegarme.

—¡Pero es que tú no colaboras! ¡Ni siquiera me dabas tiempo para reaccionar! —Suspiraste indignada e irritada. El dolor del pie incrementaba cada vez más, ya que la adrenalina del momento se estaba acabando.

—No te quejes más. Ven, déjame te cargo. Necesitas ayuda médica urgentemente. —Muichiro te cargó de forma nupcial sin problemas. Según él, tu peso era como el de una pluma.

El dolor te estaba consumiendo al punto de que tus ganas de alegar se esfumaron. Tokito notó esto cuando aumentaste el agarre de tus manos en sus brazos. Intentó no verse preocupado, pero claramente fue inevitable que no lo notaras.

—Estaré bien... tranquilo. Solo es una leve lesión.

—Pues tu cara me dice que no es una "simple lesión". —Dijo sin quitar su expresión de seriedad. Luego aceleró el paso—. Ya casi llegamos.

Cerraste los ojos respirando profundamente para apaciguar el dolor y fue cuestión de tiempo para que cayeras en los brazos de Morfeo.

. . .

—¿Dónde...? Muichiro... ¿Qué pasó...?

El beso del pelimenta no te dejó terminar la pregunta. No reprochaste, es mas, le seguiste el beso casi al punto de que las cosas se ponían intensas, pero se detuvo.

—Para. No estás lo suficientemente bien como para hacer esas cosas. Además, somos menores aún.—Apretó tu mano y te dedicó una sonrisa tranquila—. ¿Cómo te sientes?

—Mejor. Eso creo. —Te inclinaste otra vez en la cama y te hiciste a un lado—. Ven, acuéstate conmigo.

El menor aceptó la propuesta sin problema y obedeció.

—Te amo.

—Y yo a ti—. Lo besaste una última vez antes de recostar tu cabeza en su pecho hasta que sentiste algo extraño en tus pies. — ¿Pero qué...? Muichiro, ¿por qué el kit médico está regado en la cama?

La cara de Tokito se enrojeció un poco y luego con mucha pena habló.

—Es que... quería ponerte curitas en tus dedos mientras dormías, ya sabes... para distraerme. Pero ya no había más.

—Ay... mi novio es tan adorable—. Le apretaste las mejillas con dulzura.

—¡Ey! ¡Basta! No soy un peluche.

—Mmm, para mí si lo eres. Ahora déjame descansar un rato contigo, ¿sí?

Muichiro rodó los ojos con gracia y se acomodó mejor para que los dos estuvieran más cómodos.

Probablemente sin que te dieras cuenta, buscaría curitas en otro botiquín para comenzar con su "plan malévolo", pero por ahora disfrutaría el momento.

. . .

Pedido de: @Write_shy

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Vengo por la actualización del mes✍

Si tienen pedidos pueden ir a mi perfil en la parte de conversaciones y comentar.

Lamento decirles que no me volverán a ver hasta el viernes 15 de noviembre que salgó a vacaciones.😔 ¡Gracias por el apoyo y los comentarios!

¡Espero les haya gustado!

Palabras: 800

10/10/2024

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