Momentos de giyuu y ships

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Mitsuri sonreia mientras acariciaba el cabello azabache de su omega, quien solo se dejaba ya que no tenía problemas con eso y estaba concentrado en limpiar las heridas del beta frente a el.

Hace un tiempo, el pilar del amor consiguió dos parejas, un omega y un beta ¿Como? Fácil, arte demoníaco. Eso no era algo que le molestara y menos a los otros quienes solo terminaron adaptándose.

Giyuu ahora tenía 17 al igual que Obanai mientras que Mitsuri 18, al principio fue incómodo tener que volver a esa edad y no solo por la pérdida de fuerza, el patrón fue tan amable al no quitarles su puesto pero... Ahora eran más bajos que antes.

—ay! Ya para con eso!— alejo su cara de las manos de giyuu

—Solo no te muevas... Lloron— murmuro mientras volvía a agarrar algunos algodones

—No soy ningún llorón, idiota— gruñó mientras desvía la mirada y escucha su serpiente sisear

—hasta kabaramura sabe que eres un llorón— escucho la risa de mitsuri atrás suyo

—No soy un llorón y su nombre es kabaramaru— se giro dándole la espalda a giyuu

Mitsuri observaba como ambos pelinegros empezaban a pelear, era entretenido verlos asi. Con cuidado se levantó para no ser vista, yendo afuera de su finca, pues decidieron mudarse con ella.

Observó afuera, había algunos kakushis los cuales seguían construyendo puesto que para tener mayor comodidad la finca del amor sería expandida teniendo una habitación extra solo para el omega quien no se quejo cuando se la ofrecieron (le gustó ya que fue Mitsuri quien lo pidió) ahora ella suspiro y sonrió, estaba más que alegre, se unió a la cofradía para encontrar un esposo pero termino con dos.

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Dentro de la sala, ambos pelinegros estaban agitados pues empezaron a pelear pero terminaron de hacerlo al ver que Mitsuri ya no se encontraba ahí, supusieron que salió o fue al baño, sin decir nada se acomodaron como antes, solo que ahora Obanai estaba acostado disfrutando de las caricias. Si bien aún les era raro no les disgustaba la relación que hicieron

Giyuu estaba concentrado en jugar con el pelo del más bajo que no noto cuando la serpiente de este se trepó, no hizo nada, solo suspiro, aun le tenía miedo

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La neta neta, principio aun no tiene pero esto vino a mi cabeza y dije "Simon"