𝓦𝓱𝓪𝓽 𝓦𝓪𝓼 𝓘 𝓜𝓪𝓭𝓮 𝓕𝓸𝓻?

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La pasión puede ser una llama fugaz pero el amor es un fuego eterno que arde con intensidad – Seduciendo a Mr Bridgerton.

Prologo

Un año

Un año ha pasado desde aquella fatídica noche.

Mirando las estrellas sentada en el banco de piedra de nuestra residencia a las afueras de Londres pensaba, con tristeza, qué hubiera pasado si aquella noche las cosas hubieran sido diferentes, quizás estaría en la casa número 5 tomando el té con Eloise y charlando animadamente con Lady Bridgerton, quizás estaría leyendo la novela de moda del momento, de carácter romántico por supuesto, quizás la cortejaría algún pretendiente nuevo en la ciudad que no haya sido envenenado por Cressida, ¿A quién quiero engañar? Eso no hubiera pasado nunca.

Pero las novelas románticas ahora me parecían una pérdida de tiempo, me di cuenta aquella noche, mientras mi corazón se rompía en mil pedazos, que nadie me amaría nunca, que nadie se daría cuenta de lo que bien que bailaba o de que era una mujer con una conversación inteligente, pero sobre todo, me di cuenta de que Colin Bridgerton nunca me vería como una mujer elegible, que nunca me amaría.

FLASHBACK

Colin Bridgerton había bailado con ella, ¡COLIN BRIDGERTON! No es que no hubiera bailado con ella nunca, lo hacía de vez en cuando, al igual que sus hermanos Anthony y Benedict, pero siempre era por petición de Lady Bridgerton, aunque esta vez ella lo sintió diferente.

Le había cogido la mano para bailar con ella después de mantener una conversación en la que él le confesaba que siempre cuidaría de ella y que se preocupaba realmente por ella, y esa confesión fue suficiente para su tierno corazón. Durante su baile, ella alzaba los ojos tímidamente y lo miraba, y en esas mirabas ella esperaba que el supiera ver cuánto y profundo era el amor que sentía por él.

Cuando termino el baile él se inclinó y se despidió de ella, y ella salió corriendo (de la forma en que una dama de buena alcurnia puede correr) buscando a su amiga Eloise, no para contarle sus sentimientos pero si para compartir la alegría que se...

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Cuando termino el baile él se inclinó y se despidió de ella, y ella salió corriendo (de la forma en que una dama de buena alcurnia puede correr) buscando a su amiga Eloise, no para contarle sus sentimientos pero si para compartir la alegría que sentía en su corazón en ese momento.

Se encontraba en los jardines mirando a su alrededor cuando escucho su nombre, se asomó desde donde se encontraba para encontrarse a Colin hablando con un grupo de caballeros, se acercó un poco más para escuchar y entonces lo sintió, el momento exacto en el que su corazón se rompió.

- ¿Es que estas cortejando a la chica Featherington, Bridgerton? Parecías muy... feliz bailando con ella – Dijo Lord Fife con sorna.

- Jamás soñaría con cortejar a Penélope Featherington, ni en tus más salvajes fantasías Fife – Respondió Colin seguido de una pequeña risa

Los caballeros lo acompañaron con risas y yo sentí como se desvanecía el mundo, sabía que Colin no estaba enamorado de mi pero una pequeña parte, muy pequeña, pensaba que quizás con el tiempo él podría verme como algo más que una amiga, Que ridículo, ¡Que ridícula!.

Recogí mis faldas y con las lágrimas cayendo por mis mejillas emprendí la huida hacia mi carruaje para poder salir de allí, maldiciendo el momento en el que me permití creer que alguien como Colin Bridgerton podría sentir algo por mí.

PRESENTE

Después de aquella horrible noche tome una decisión, escribí una carta a Eloise explicándole que iba a pasar una temporada fuera de la ciudad, deje varios números de Whistledown escritos y en manos de mi editor, prepare las maletas y me fui. Me fui al campo con la esperanza de sanar mi corazón malherido, con la esperanza de que si me alejaba lo suficiente mi amor no sería tan grande y sería más fácil de sobrellevar, que no sería una carga sino un rumor lejano.

Empecé a dar largas caminatas por los jardines, empecé a salir al pueblo a socializar más e intentar salir de mi cascarón, aprendí a montar a caballo y a tocar el piano. Pero todas las noches, en la soledad de mi dormitorio, me permitía mirar las cartas que Colin me enviaba, sabía que Eloise le había dicho dónde estaba y el ajeno a todo seguía enviándome cartas desde los lugares que visitaba.

No las contestaba, y por supuesto tampoco las abría, porque eso habría sido más doloroso aun pero las miraba, durante un rato, y luego las guardaba en el cajón otra vez. Los recuerdos me atormentaban, dicen que el tiempo cura las heridas y aunque mi herida ya no sangra sí que duele.

Y esa noche en la que se cumplía un año Penélope Featherington decidió que si valía la pena, decidió que era una mujer digna de amar y decidió que ya no se quedaría en un rincón esperando a un príncipe azul que no existía.


¡Queridas y amables lectoras! 

No se vosotras pero cuando Colin dijo esas palabras me sentí tan reflejada con los sentimientos de Penélope, duele ver que realmente nadie te nota y por eso he sentido que este titulo iba perfecto con el prologo de la historia. 

Me he dejado llevar por lo que creo que ella sintió durante todo es proceso de luto por su corazón roto. 

No me voy a centrar mucho en la parte de ella como Lady W porque para mi tiene mas importancia el como se desenvuelve ella y en su relación con Colin, creo que en la serie ella lo perdona relativamente rápido y yo soy de las que piensa que tendría que habérselo trabajado más, así que chicas, Colin va a sufrir un poquito/bastante esta vez jaja.

Sinceramente vuestra, LadyW

𝑭𝒊𝒓𝒆 𝒐𝒏 𝒇𝒊𝒓𝒆 || Penélope FeatheringtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora