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Estaba furioso, no podía creer que fuera verdad lo que su hermana Eloise le conto anoche, caminaba por su despacho como un león enjaulado de lo ansioso que se sentía, la maldita resaca tampoco ayuda a su estado de ánimo. Lord Cavill había ido a la casa Featherington para visitar a Penélope, Alexander le había dejado claro que quería casarse esta temporada pero... habían muchas más candidatas disponibles, podía elegir entre una gran cantidad de señoritas pero no, de entre todas ellas, tenía que elegir a Penélope.
Pasó horas dando vueltas por su despacho, con la cabeza llena de preguntas sin respuesta, entre la furia y la frustración, maldita sea, la deseaba, la deseaba con una fuerza aplastante. Se asomó por la ventana de su despacho, la cual daba directa a la entrada de la casa Featherington y la frustración paso a ser furia absoluta, ahí estaba, el objeto de su deseo con el objeto de su rabia.
Penélope iba del brazo de Lord Cavill riendo por alguna broma que habían compartido y..., ¿Habrían compartido más que risas y bromas?
Seguía mirando por la ventana, parecía que se estaban despidiendo y le pareció de lo más asombroso que su dama de compañía no notara lo juntos que estaban, Alexander se acercó al oído de Penélope y le susurró algo que la hizo sonrojar, ella le sonrió dulcemente y le contesto algo.
Colin apretaba el alfeizar de la ventana con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos, su boca era una línea recta de tensión y su cara una máscara de seriedad, mientras los veía despedirse decidió que esa noche iría a ver Penélope, no tenía muy claro para que pero necesitaba verla.
[...]
No entendía muy bien porque Eloise necesitaba verla a esas horas de la noche y lo más confuso de todo era porque tenía que ser en el jardín, Eloise siempre entraba y salía de su casa como si fuera de ella misma (los años de amistad te daban esos privilegios decía su amiga) pero bueno allí estaba ella, poniéndose un vestido para salir a hablar con Eloise.
Su doncella le indico donde estaba Eloise y ella salió al jardín, hacia un poco de frio esa noche y un escalofrió recorrió su cuerpo, camino un poco más, alejándose de la puerta que daba acceso a su amplio jardín. No veía a Eloise por ninguna parte y ya se estaba alejando demasiado, y más por la noche, no le gustaba mucho alejarse por la noche aunque fuera en su propio hogar.
Penélope, sumida en sus pensamientos, no noto cuando una mano salió disparada de entre las sombras agarrando su brazo y tirando de ella hacia una parte apenas visible del jardín. El extraño tiró de ella pegándola a su cuerpo y tapando su boca con la mano justo cuando ella iba a lanzar un chillido, no sabía quién era y que es lo que quería de ella, estaba empezando a asustarme mucho así que pensó en sus opciones aunque no tuviera muchas, el caballero la sostenía con fuerza así que opto por la opción más viable.
