Levi es un omega tranquilo con un pasado doloroso y un niño alfa.
Unos meses después de divorciarse, Levi conoce a Eren, un lobo alfa exmilitar que le ofrece cuidar a su hijo a cambio de recibir clases de cocina.
A Levi y a su pequeño hijo Noah les...
- ¿Realmente piensas llevarte a mi hijo? – Farlan lo miró con burla.
Levi estaba temblando, manteniendo a su hijo detrás de él. Tragó saliva y dio un paso atrás. - Lo haré.
Farlan rió y aplaudió histéricamente. - Un omega sin pareja con un hijo, que gracioso. – El alfa se secó las lágrimas imaginarias. - ¿Cómo trabajarás, hm? - Él sonrió. - ¿Crees que alguien te respetará? ¿Crees que algún Alfa respetable siquiera te mirará?
Levi se negó a derramar otra lágrima frente a su futuro exmarido. Se lamió la herida del labio, producto del golpe del alfa. - Nunca me respetaste. - Podía oír a su hijo gemir detrás de él. - Estaré bien, estaremos bien.
Farlan resopló. – Volverás. – habló con seguridad.
Levi sacudió la cabeza. - No lo haré. - Debería sentirse más seguro, estaba en un juzgado. Pero nada estaba seguro con este hombre, ni siquiera en un lugar público. - Cuando firme esos papeles, el será mío y al fin nos libraremos de ti.
Farlan sonrió con sorna. - Adelante, probablemente ni siquiera sea mío; nunca produciría un alfa tan débil.
- Tiene dos años. - gruñó Levi.
Farlan le restó importancia. - No debería tener miedo de todo.
- ¡Él es mi hijo! - Levi gritó. - ¡No me importa a qué tenga miedo! - Sintió que Noah se estremecía detrás de él, apretando su pierna con más fuerza. Levi respiró profundamente. - Ya nos has golpeado lo suficiente, ya no seremos tus juguetes para abusar. Debería haberte dejado antes.
Farlan se cruzó de brazos. - volverás.
Levi se relajó cuando se abrió una puerta, revelando a su abogado. - Mientras mi hijo viva, nunca volveré contigo.
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Levi junto a su hijo se adentraron al pequeño apartamento, temblando por el frío que cada vez era más insoportable. Levi dejó su bolso antes de quitarse su enorme chaqueta. Se inclinó, le sonrió a su hijo y le quitó la pequeña chaqueta. - Hace mucho frío, ¿no es así?
Noah asintió y levantó los brazos para facilitarle a su padre quitarse la chaqueta. El pequeño alfa se frotó el ojo. - hambre.
- Está bien, pequeño. Levi colgó sus chaquetas.
El apartamento no era nada especial, un dormitorio y un baño. Realmente no le importaba a Levi, mientras los mantuviera calientes y cómodos, mientras Noah estuviera a salvo.
Levi tenía un trabajo, la paga no era muy buena, pero era suficiente para alimentar a Noah y a él mismo. La pensión por parte de Farlan había llegado ayer, liberando a Levi del pago de alquiler y la factura de la luz del mes. Habían pasado tres meses desde que se divorció, agradecía enormemente haber ahorrado durante todo ese tiempo.
Levi trabajaba en un pequeño quiosco vendiendo joyas. Eran muchas horas y, ahora con el frío, las horas se sentían aún más largas. Más aun el tener que llevar a su pequeño hijo, soportando el incontrolable frío, pero no había mucho que Levi pudiera hacer. Necesitaba una niñera, pero no podía pagarle adecuadamente hasta que ahorrara un poco más de dinero.
