ESMERALDA

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—Buen día, Levi.

Levi sonrió, abriendo la puerta un poco más—. Buenos días, Eren —el alfa entró a la casa, limpiando sus zapatos antes de dejar su bolso en el suelo. Levi cerró la puerta con lentitud—. Llegaste temprano.

Eren asintió—. Mis disculpas, se te hizo tarde ayer y quería asegurarme que no ocurriera lo mismo hoy.

Levi se sonrojó, bajando la mirada—. Gracias, Eren.

—De nada —inclinó su cabeza—. ¿Noah aún duerme?

—Sí —Levi le hizo una seña para que lo siguiera a la cocina—. No fue una buena noche para ninguno de los dos —abrió un gabinete, sacando una taza—. ¿Te gustaría un poco de café?

—Por favor —Eren miró las manos de Levi y después su rostro—. Estás muy cansado.

—Sí —Levi se había visto en el espejo, era como si pesadas bolsas hubieran crecido debajo de sus ojos por la noche—. Noah tuvo pesadillas y cuando por fin consiguió dormir, comenzaron las mías.

Eren detuvo a Levi cuando tomó la leche—. Negro está bien —presionó la taza caliente contra sus labios y dio un largo trago—. No deberías ir hoy a trabajar.

Levi vertió leche en su propia taza y sonrió con pereza—. Eso quisiera, no pensé que extrañaría tanto a mi hijo —golpeó la cuchara contra el borde de la taza dos veces—. Tengo que trabajar, debo proveer para Noah y para mí, valdrá la pena al final —Levi asintió para sí mismo—. Sé que valdrá la pena.

—Deseas mudarte a Alaska —Eren terminó su café, dejando la taza—. Yo nací ahí.

Los ojos de Levi se iluminaron—. ¿Naciste ahí? ¿En Alaska?

Eren asintió una vez—. Sí, en Barrow.

Levi dio un trago, dejando su taza a un lado de la vacía de Eren—. Es muy frío, n-no creo que podamos vivir ahí, quizás en Sitka.

—Mhm, Sitka es lindo —Eren se cruzó de brazos—. ¿Por qué Alaska?

El omega se encogió de hombros, agarrando su taza de nuevo—. Siempre quise ir, desde que era más joven. Mi madre fue enviada ahí y me trajo una playera —Levi mordió su labio para contener una sonrisa—. Las imágenes eran hermosas.

—Los mitad lobo no son muy comunes ahí. Debes ser aceptado por medio del consejo, dentro del territorio.

Levi se aclaró la garganta—. Lo sé, es algo que me preocupa.

—¿Piensas que no te aceptarán?

El omega se rio con tristeza—. Un omega mitad lobo, enlazado, pero sin pareja, con un hijo... no parece que las cosas estén a mi favor.

—Eso es verdad, pero aun así lo intentarás.

—Lo haré.

Eren se sirvió otra taza de café—. Si no te aceptan, te ayudaré a entrar.

Levi casi deja caer su taza, removiéndose hasta invadir un poco el espacio personal del alfa—. ¿Lo harías? ¿Cómo?

El alfa lo miró fijamente, con una mano sosteniendo la taza—. Soy conocido ahí, y también es mi lugar de nacimiento, no te rechazarán.

Levi dejó su taza y envolvió los brazos alrededor del torso de Eren. La temperatura del alfa era extremadamente cálida y probablemente no debía hacer eso, pero parecía haber perdido el control de sus extremidades durante un momento.

Levi evitaba a los alfas como si fueran la plaga. Cuando alguno le coqueteaba en el supermercado ni siquiera les prestaba atención, algunos creían que era porque ya tenía un alfa, pero eso no le importaba.

Frío Corazón - Ereri (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora