—Eren —la mujer se sentó de nuevo—. ¿Cuál fue la causa para que creas que no existe alguien que pueda llegar a amarte?
—Tenía diecinueve años cuando me preguntaron si quería ser líder. Después de cuatro meses me preguntaron si quería participar en el sector de tortura —cerró sus ojos con fuerza—. La primera vez, estaba asustado. No solo observé, también aprendí, me insensibilicé —levantó sus manos y se mantuvo erguido—. La tortura física crea tortura psicológica, una no puede existir sin la otra. Cuando le rompo el dedo a alguien, cuando les hago sentir que se ahogan... nunca serán capaces de vivir sin recordar lo que les hice —volvió a entrelazar sus dedos—. Puedes cerrar los ojos, te pueden dar analgésicos para tus malestares físicos. Puedes recibir terapia física para volver a caminar, para volver a hablar, pero... —giró su cabeza hacia la ventana—. No puedes huir de tu propia mente.
La mujer asintió lentamente. Eren observó pasar un auto.
—Una vez, un hombre me suplicó que parara, me rogó tanto, lloró demasiado. Me dio toda la información que necesitaba. Rogó porque lo matara, tenía tan solo dieciocho años; era el hijo de un líder —lágrimas amenazaban por caer de sus ojos esmeraldas—. Vi cada uno de los huesos de su cuerpo romperse debajo de mis manos, vi sus ojos cafés llenarse de lágrimas y solo podía verme a mí mismo en ellos, suplicando por ser libre —cerró los ojos antes de que alguna lágrima cayera—. Lo mantuve cautivo por tres días, haciéndole algo peor en cada uno. Después lo envié de vuelta a su casa, completamente roto, por dentro y por fuera, porque era mi trabajo —miró a la mujer alcanzar algunos pañuelos—. Porque estaba sirviendo a las personas que amaba, ¿Cómo le dirías a tus hijos que torturabas personas cuando te pregunten en qué trabajabas? ¿Cómo podrías decirles que destruiste a una persona mientras aún le dejabas vivir?
—¿Fuiste torturado, Eren?
—Huesos rotos, ahogamiento simulado, tortura de sonido... todo eso —se quedó viendo un punto fijo, ido—. Quemaduras, golpes, asfixia, cualquier método habido—Eren se encogió de hombros como restando importancia—. Nadie podía capturarme, cuando alguien lo logró fue porque se lo permití —su labio inferior tembló—. Su padre estaba tan enojado, triste, al borde de la muerte. Solamente cerré los ojos para no ver a aquel chico en los ojos de su padre. Solo los cerré porque esa era la única tortura que podía sentir. Dieciocho años, hijo de un líder, arrojado a su suerte en un sitio donde no debía estar. Da miedo, estás intentando hacer algo bueno por tu gente —presionó sus labios juntos—. Todos pelean por algo. Yo te mato para que no mates a mi gente y tú me matas para que no mate a los tuyos.
—Simplemente, era tu trabajo, Eren.
—Puedo ver sangre en mis manos que tú nunca serás capaz de ver. Matar es bienvenido, a veces —bufó—. Si te pongo en una caja muy pequeña, con un agujero del tamaño de una moneda y te doy pequeñas gotas de agua por ahí una vez al día... Puedo hacer que hagas cualquier cosa por mí. Puedo hacer que tu cerebro se pudra. Sería tu Dios... Privación del sueño, privación sensorial, regresión psicológica, no tendría que ponerte una mano encima para lograr que pierdas la cabeza. Si te diera una pistola, te quitarías la vida sin pensarlo.
La mujer tragó saliva con dificultad.
—Quiero encontrar una familia que me ame, por mí. Quiero decirles lo que he hecho, no quiero que me teman. Quiero que se sientan a salvo y estén seguros de que soy un buen hombre... Un buen esposo alfa y padre —llevó una mano a su pecho—. Quiero estabilidad y felicidad para mí, para mi presente, para mi futuro —los ojos de Eren se llenaron de lágrimas nuevamente—. Quiero sostener a mi omega cerca y nunca dejarlo ir. Quiero que mis hijos sonrían al verme y que deseen estar cerca de mí. Quiero amor... Dimití, me fui incluso cuando me suplicaron que no lo hiciera —golpeó su pecho—. Lo hice por mí, por mi mente, por esa familia que ruego tener algún día —sus ojos se quedaron fijos en la pared—. No quiero que me teman a mí o a lo que soy capaz de hacer.
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Frío Corazón - Ereri (adaptación)
FanfictionLevi es un omega tranquilo con un pasado doloroso y un niño alfa. Unos meses después de divorciarse, Levi conoce a Eren, un lobo alfa exmilitar que le ofrece cuidar a su hijo a cambio de recibir clases de cocina. A Levi y a su pequeño hijo Noah les...