Levi es un omega tranquilo con un pasado doloroso y un niño alfa.
Unos meses después de divorciarse, Levi conoce a Eren, un lobo alfa exmilitar que le ofrece cuidar a su hijo a cambio de recibir clases de cocina.
A Levi y a su pequeño hijo Noah les...
—Eren Jaeger —el hombre caminó alrededor del alfa atado, quien respiraba con dificultad fuerte y la sangre caía por un costado de su cabeza—. Tú... tú mataste más de la mitad de mis tropas.
Eren no dijo nada, manteniendo los ojos cerrados.
—¡Eren Jaeger está frente a mí! ¡El mismísimo Eren Jaeger! —se rio histéricamente, estaba condenado a morir, pues, perdía mucha sangre.—Destruiste a mi hijo.
El alfa ni siquiera se estremeció, tenía los brazos atados con fuerza.
—Tú... tú lo regresaste a mí como un hombre diferente —tosió, escupiendo sangre. Moriría pronto.
Aunque el hombre no lo percibía, Eren podía escuchar a sus tropas acercarse.
—Tuve que matar a mi propio hijo porque lo desfiguraste, no podía hablar o comer —el alfa escuchó una cadena de metal—. Eren Jaeger, el líder del Sector de Tortura... ¿Alguna vez has sido torturado?
No respondió, preparándose para lo que venía.
—Voy a atormentarte hasta mi último aliento —el hombre se acercó a su oído—. Vas a suplicar por mi perdón, aunque eso me cueste la vida.
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—Quiero ir con papi.
—Tu padre aún está con el doctor, tenemos que esperar.
Noah sostenía un juguete que había tomado en la sala de espera. Presionó la espalda contra la rodilla de Eren, jugueteando con el pequeño muñeco.
Eren estaba sentado detrás de él, con los brazos cruzados y observando a varios omegas que habían estado ahí cuando acompañó a Levi.
Claramente, visitaban el consultorio por la misma razón.
Levi apareció detrás de la puerta una vez que otro omega fue llamado.
—Papi —Noah susurró, dejando todo para intentar levantarse, pero Eren lo detuvo, atrapándolo entre sus piernas antes de que pudiera hacerlo—. ¡Papi!
Levi sacudió la mano desde el mostrador, donde estaba pagando—. Un segundo, pequeño.
—No puedes solo correr sin decirme, Noah.
El niño se quejó, queriendo liberarse de su agarre, y Eren lo cargó—. ¿Me escuchaste?
Noah negó, estirando los brazos hacia Levi—. Mírame, por favor.
El alfa más pequeño lo hizo, volviendo la vista hacia Levi unos segundos después.
—Si corres puedes lastimarte. Debes permanecer a mi lado siempre, ¿entendido?
Noah hizo un puchero—. Sí, pero... pero papi...
—Lo sé, pero él dijo que esperáramos y eso haremos —Eren se levantó y fue hacia la salida con el niño en brazos, esperando a Levi.
