-Capitulo uno.

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EL INICIO¹

Su vida nunca había sido tan mala, los recuerdos de su niñez todavía estaban presentes en su mente cada vez que volvía a recaer. El estar sentada en tu baño sintiendo que la vida se te va, pensando en que no disfrutaste los momentos en dónde todavía no tenías estos sentimientos era aun más doloroso. El sentimiento de un nudo en la garganta, la respiración agitada y el estar sosteniendo esa maldita cuchilla en mi mano me hizo pensar por primera vez.
¿Cuando inicio todo esto?¿Cómo llegué hasta aquí?.
Los golpes en su puerta solo la ponían más y más nerviosa, los gritos de su madre la hacian enloquecer.

-¡Elizabeth! ¡Abreme la maldita puerta!- las lágrimas en sus ojos se hacían presentes nuevamente, el dolor de cabeza se intensificó cuando escucho el sonido de el manojo de llaves tras la puerta.

-No me hiciste caso por las buenas, ahora te va a ir peor. Siempre es lo mismo contigo.- se limito a esperar lo peor, con su madre siempre era lo mismo, la misma rutina todas las veces, los mismos pretextos y el mismo problema. Justo cuando escucho la puerta abrirse, escucho una voz llamándola a lo lejos.

-Eli, elizabeth, corazón ya despierta, estás sudando, ¿Volviste a soñar con ella?- abrí mis ojos con lágrimas brotando de ellos, las gotas de sudor bajando por mi cuello y el corazón queriendo salir de mi pecho. Mire a mi alrededor, todo había sido una pesadilla, no estaba en el baño de mi habitación, estaba con audrey, en su habitación, en su cama, mire el reloj que estaba a mi costado, marcaba las 2:30 de la mañana, volteo a verla y estaba con el ceño fruncido, mirándome detenidamente, preocupada. Hace una semana que estaba durmiendo en el apartamento de mi mejor amiga, desde el problema que tuve con mi madre en casa.

-Perdón, perdóname addy- dije pasando mis manos por mi rostro, avergonzada, tenía toda la semana soñando lo que sucedió con mamá y estaba empeorando.

-¿Perdón? No cielo, no tienes porque disculparte- me dijo con alivio en su rostro.

-Ven, levántate. ¿Quieres algo de beber? Vamos a la cocina a pasar este mal rato-.

La mire, tenía su pelo rojizo despeinado, sus ojos estaban cansados, con una blusa de tiras blancas y un pantalón negro. Realmente debería comenzar a cuestionarse el porque siempre que estaba con audrey su corazón latía con fuerza y sus manos comenzaban a temblar.

Raro.

Pensé para mí misma, pero acepte la
invitación.

-Bien, vamos-me levanté algo mareada pero realmente quería despejar mis pensamientos en ese momento.

-¿Quieres agua? ¿O algo de comer?- me dijo aún con sus ojos verdes mirándome fijamente. Un escalofrío paso por mi espalda.

Eso es nuevo.

-Agua está bien- le dije, dejando esa sensación de nerviosismo de todas formas no era la gran cosa. Audrey tenía una mirada penetrante, sus ojos esmeralda poblados con unas pestañas envidiables. Era normal sentirse amenazada. ¿Cierto?.

Cierto. Debía ser eso. Si.

-Bien- realmente debería estar preocupada, pero sentía tanta calma al estar así con ella, desde siempre Audrey había Sido como mi lugar seguro, siempre la apoyaba cuando se sentía mal, siempre habia estado ahí. Solamente ellas dos contra el mundo. Realmente la amaba.

-Bien cariño, cuentame tu desgracia nuevamente, soy toda oidos-dijo con una sonrisa burlona en su rostro.

Me retracto de todo lo que dije. Me cae mal, está loca.

-Bueno, señora chistosita, tal parece que mi amada madre me persigue hasta en mis pesadillas- dije riendo y apoyando mi cabeza en la mesa. Realmente lo hacía.

-Puede que así sea, pero encerio, ya van cuatro días con el mismo sueño. ¿No me digas que tendré que llevarte a un psiquiatra? Sabes que no tengo dinero para eso- dijo lo último con una mirada sarcástica que daba la intención de parecer preocupada.

Si, ya no la soporto.

-Para tu información, lo único que necesito en este momento es pensar en la excusa que le daré al director cuando le diga el porque no fui a clase en los últimos cuatro días. Gracias por tu preocupación.- dije riendo sarcástica mente.

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La elizabeth cuando Audrey la comenzó a molestar:

La cara que puso Audrey al ver que elizabeth tenía una pesadilla:

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La cara que puso Audrey al ver que elizabeth tenía una pesadilla:

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Wuaooo casi que no termino esto. 😰

Bueno, la verdad estuve algo asustada por este primer cap, es más, pensé en borrar la historia. 😃

Pero sería muy cobarde de mi parte, igual, tuve algunos inconvenientes, talvez después lo corrija, después.

732 palabras, me esforcé, quería llegar a las 1000 pero fue mucha codicia para una pobre persona que duda de sí misma.

Recuerden, votar y compartir su les gusto, eso me haría muy feli c:

Uy por cierto estoy trabajando en algunos banners para la historia jijiji.

Sin más que decir, gracias por leer. 🫂

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⏰ Última actualización: Jun 20 ⏰

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