el día que nos conocimos

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Hace 250 años.

En alguna parte de la vía láctea.

Una hermosa mujer de cabello rubio muy largo con las puntas teñidas de rojo como la sangre, estaba totalmente sola protegiendo algo hasta el punto de estar sola, se la pasaba viendo los planetas del sistema solar pero hubo un planeta que le llamó mucho la atención y ese era la Tierra.

Mujer: Qué hermoso planeta, y lo que me extraña es que es el único que alberga vida que a diferencia de otros, este planeta existe hace más de 5000 millones de años, ¿Qué cosa habrá en ese misterioso planeta?

En el espacio se ve un destello dorado que vaga por todo el vacío espacial y se dirige al planeta.

La tierra.
En un vasto paraíso se vivía muy tranquilo pero esa tranquilidad terminó cuando ese mismo destello dorado llegó al lugar.

Esa era la misma mujer pero quedó maravillada en el lugar donde estaba.

?: jamás he visto tanta belleza, con razón lo apodé planeta azul.

La mujer veía todo alrededor habían animales, jardines bosques.

Incluso ante ella ve pasar unos conejos saltando yéndose felices.

La mujer se acerca a un río y ve su reflejo, de ahí con ve nadar unos peces.

?: este planeta merece ser protegido.

Entre los arbustos se oye algo cosa que la mujer me pone alerta, pero de los arbustos sale un hombre con ropas chinas de cabello castaño cargando una gran caja dorada y extraña en la espalda.

??: ¿Está perdida señorita?

Es lo único que hace es apartarse y ponerse seria.

??: disculpe si la asusté.

?: ¿Que eres?

??: ¿Que soy? Soy un hombre.

?: ¿Hombre?

??: sí, un hombre. No me digas que no has visto a ninguno.

La mujer lo niega.

??: que extraño tu caso, sí dices que nunca has visto a uno, pues ya estás viendo a uno, me llamo Dohko - le extiende la mano.

Pero ella retrocede sería.

Dohko: está bien, es normal que no confías en mí ya que soy un desconocido, pero debo continuar mi viaje con su permiso.

Luego el castaño se retira y en eso la mujer comienza a seguirlo.
El hombre se detiene y voltea, hasta eso la mujer se escondió rápido.

Dohko: sé que me está siguiendo, no es necesario que tengas miedo

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Dohko: sé que me está siguiendo, no es necesario que tengas miedo.

La mujer sale de su escondite.

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