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Daryl se había hecho tonto toda la mañana con tal de no toparse con Danielle.
Había estado perdiendo el tiempo lo mas lejos posible del lugar donde ella rondaba, tan solo quería que se regresara al santuario y así ya no volverla a ver.
Y eso era lo mejor.
Calculo la hora en la que más o menos pensó que Danielle se iría, por lo cual avanzo hacia la casa donde él mismo habitaba pero entonces la vio ahi de pie cerca de un auto que era muy probable que se llevaría.
Daryl no quizo seguir viéndola por lo cual se disponía a darse la vuelta para irse pero entonces Danielle lo miro.
— No me digas que me estas evitando — se rió Danielle — Ya ni los niños.
Daryl resoplo, el de ninguna forma era un cobarde por lo cual se acerco hacia donde ella estaba simulando que no le interesaba su presencia ahi.
— Que bueno que ya te vas — soltó Daryl — Y para siempre.
— Uy, fíjate que de eso no estaría tan segura — respondió Danielle — Aún debo de venir y acordar unas cosas con Rick, los terrenos que pisaremos y los que no o no se, tal vez en una de esas y me una a la milicia. Todo depende de mi y claro, tengo que venir a visitar a mi papi.
— No importa — dijo Daryl — Es muy probable que yo ni este cuando tu vengas.
— ¿Que vas a estar haciendo? ¿Comiéndote los piojos? — se burló Danielle — Tampoco soy tan hija de perra, Daryl, me cambiare el tono de cabello para que no te moleste.
Daryl le miro de una forma indescifrable, por lo cual solo atino en cruzarse de brazos.
— No me molesta — dijo — Pienso que a la única que le molesta es a ti.
— No digas tonterías.
— Es así — insistió — Te molesta tu color natural de cabello, que tontería.
— No me molesta mi color natural de cabello — repitió Danielle — Deja de decir tonterías de cavernícola.
— Entonces dejatelo así.
Danielle resoplo e iba a responder de forma malhumorada pero sus ojos dieron un brillo como si hubiera ganado alguna clase de juego.
— Ah, ya entiendo que es lo que pasa — se rio Danielle — Quieres seguirme viendo de esta forma. Entiendo.
— No, la verdad es que me importa un comino eso — mintió Daryl — Tan solo recalque lo que pasa contigo. Podrías pintártelo de miles de colores pero la realidad es que te desagrada por el simple hecho de que te recuerda a esa increíble revista, ¿no?
— No es por eso, Daryl — gruñó Danielle — La revista me viene valiendo mierda, lo único que me molesta es que los cerdos como tú me miren y digan "Ah, es la buenota de la revista" y pues si soy, pero no impongo ni respeto, ni poder, ni nada de esa forma, tan solo me miran de una forma sexual.
— ¿Y que pretendes hacer con eso? — preguntó Daryl — Los que las han visto solo te van a recordar por eso y no por lo que eres, entonces como pretendes estar al mando de una comunidad en la que la mayoría son hombres.
— ¿Que es lo que intentas sugerirme? — preguntó Danielle cuando entendió que Daryl no estaba molestándola, ni burlándose, ni nada. Esta vez estaba hablando en serio y parecía ser que estaba a nada de aconsejarla. Danielle si podia ser prudente en algunas ocasiones.
— Demuestra que no te importa — respondió — Eso ya paso, ya lo hiciste y no puedes hacer nada para remediarlo. Simplemente ahi esta. Haz algo que les demuestre el porque vas a estar a cargo del santuario y no por el simple hecho de ser hija de Negan.
— ¿Y que podría ser eso?
— No lo sé — admitió Daryl — Después de todo tú eres la Chucky, algo se te ocurrirá.
— Vaya, Daryl, parece ser que si te sirve el cerebro — comentó Danielle — Y yo que no te bajaba de inútil, inservible, bueno para nada, pervertido, asqueroso y...
— Mejor cállate — pidió Daryl interrumpiéndole — Y mira que quiero hacer las paces contigo.
— ¿Tú? ¿Paces? — cuestionó Danielle — ¿Ya te iras a morir? Así como los perritos que buscan una esquina, en tu caso buscas paz conmigo.
— Hablo en serio — dijo Daryl intentando tener paciencia — Y para que veas que hablo en serio, espera aquí.
— Eso no me da confianza — murmuró viendo a Daryl ingresar a la casa — Me voy antes de que venga, no vaya ser.
La rubia se apresuro a cerrar las puertas del auto y cuando iba a avanzar hacia la puerta del piloto fue que noto a Daryl avanzando de regreso por lo cual fingió desdén mientras se recargaba en el auto.
Su ceño se frunció mientras veía lo que el castaño llevaba en manos.
— Toma — dijo estirando un pañalero de bebé nuevo y de color amarillo en su dirección.
Danielle se había quedado helada viendo su mano estirada.
— Ten, anda — insistió Daryl tomándola del brazo y dejándole la prenda en la mano — Es mi ofrenda de paz.
— Gracias — murmuró Danielle — Ya me tengo que ir.
— ¿Y entonces? — preguntó Daryl cuando la vio subir al auto de forma apresurada y temblorosa — ¿Ya dejaremos de discutir?
— Si, un poco — respondió Danielle.
— Si te pones a pensarlo no es malo que nos llevemos bien — dijo Daryl — De tanto que discutimos luego podría hacerle daño a tu bebé.
— Si — murmuró Danielle sin voltearlo a ver.
— ¿Volverás pronto? — Si, tal vez en algunos días o semanas. — Si demoras mucho en venir tal vez parezcas una sandia cuando regreses.
Danielle se rio nerviosamente.
— Si, adiós.
Daryl le miro extrañado, de cualquier forma se alejo del auto y permitió que Danielle se fuera.
La rubia estaba con los nervios de punta mientras sus ojos veían cada cierto tiempo el mameluco en su asiento copiloto.
Ahora la cosa estaba mucho más jodida que en un principio, ¿que iba a hacer si la mentira ya era algo en grande?
Solo sabia que debía buscar una solución y que fuera algo rápido antes de que descubrieran la verdad.
