CAPÍTULO 09.

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Hace una semana Jackson salió por las puertas de la casa que compró para nosotros y no ha regresado, creí que volvería al día siguiente y no lo hizo. Le pregunté de una manera sutil a mis hermanos si ellos sabían dónde se estaba quedando y ninguno me dio respuesta.

Las palabras que me dijo esa noche me marcaron. Comprendí que en ese entonces actúe de una manera egoísta, pensé solo en mi dolor y deje de lado el dolor que le pude causar a Jackson.

Duplique mi trabajo en la empresa porque quería ocupar mi mente, pero no ha sido posible hacer que Jackson salga de mi cabeza —no lo logré durante siete años, no creo que lo haga ahora—.

Toda la tarde me la paso redactando documentos y algunas entrevistas para la prensa. Cuando es casi hora de salir, Kelly entra en mi oficina.

— Señorita Blanche.

— Kelly, sabes que... Mejor olvídalo —iba a decirle que ahora soy la señora Brown, pero creo que eso será por muy poco tiempo—. ¿Qué necesitas?

— Venía a eso, ¿necesita algo más antes de que me vaya?

— No, puedes irte, terminaré algunas cosas y luego me iré a casa.

— ¿Otra vez se quedará hasta tarde? —su pregunta tiene algo de preocupación—. Lleva tres noches trabajando hasta tarde.

— Me iré en un rato —niega ante mi respuesta—. Lo prometo.

— ¿Quieres que me quede a acompañarte?

— No. Vete ya, necesitas descansar, nos vemos mañana.

Piensa por un momento, pero luego sale de mi oficina. Me recuesto en mi silla y mi mente viaja al pasado cuando Jackson me pidió ser su novia, en ese entonces era muy joven y estaba realmente emocionada porque Jackson me eligiera a mí.

Cada día que pasaba junto a él lo disfrutaba más y más hasta el punto de solo querer estar con él. Cuando tuve la edad suficiente podía ir a su casa y pasar la noche con él, todo era realmente maravilloso.

Fueron los mejores cinco años de mi vida.

— Harper.

Me acomodo en mi silla y miro al hombre que acaba de entrar en mi oficina. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no escuché cuando entraron.

— ¿Qué haces aquí? —pregunto a la defensiva.

Hace mucho tiempo que no veía a Ethan y su aparición en la fiesta y hoy no debe ser solo una casualidad.

— He intentado comunicarme contigo, pero no pude.

— ¿Y lo más viable para ti fue interrumpir en mi trabajo?

— Esta fue mi última opción. Tu secretaria no te pasaba mis llamadas y acercarme a ti con tus hermanos cerca es totalmente difícil.

— Habla, ¿qué necesitas?

Dos noches en las VegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora