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Cuando la secretaría de Harper se comunicó conmigo me sentí realmente culpable. Decirle todas las cosas así a mi mujer y luego huir como un cobarde fue lo peor que hice.
Tenía que quedarme en nuestra casa y demostrarle cuánto la amo, pero decidí irme a esconder en un apartamento que ya no sentía mío, un lugar donde agonicé por una semana entera.
Decidí comunicarme con Liam para ir junto a él a su empresa, tal vez, Harper lo escuchara más a él que a mí, pero la escena que encontramos me partió el corazón, me volvió loco, quería matar a Ethan en ese momento, pero debía llevar a mi mujer a un hospital.
Tres jodidas costillas rotas, una luxación en su hombro derecho y una contusión en su cabeza. Vi rojo vivo cuando la pasaron a una habitación y aún seguía sedada.
— ¿Cómo es posible que él haya entrado a la empresa? —le pregunto a Lucas que está junto a mí.
— Liam se está encargando de eso —menciona sin apartar la mirada de su hermana—. Se suponía que no podía entrar.
— Tanta seguridad que tienen y dejan entrar a ese imbécil, deben cambiar todos los guardias que estaba anoche, seguramente uno de ellos haya trabajado con Ethan —aseguro.
— Liam está investigando, los responsables van a pagar —asegura.
Por el bien de todos deseo que sea así porque de lo contrario acabaré con cada persona que hizo que mi mujer estuviera en este estado.
— Voy a salir un momento, me comunicare con Liam y te avisaré lo que haya encontrado.
— ¿Vas a? —dejo mi pregunta en el aire, él sabe lo que le estoy preguntando.
— No preguntes cosas que no quieres saber.
Si va para el lugar que pienso va a terminar mal y posiblemente se meterá en problemas y no estamos para que algo así suceda en este momento.
— No vayas allí —digo—. ¿Cómo se va a sentir Harper cuando te vea todo golpeado?
— Lo resolveré. Cuida bien de ella hasta que alguno de nosotros regrese.
Sale de la habitación sin escucharme y maldigo. El idiota va a dejarse golpear hasta perder la consciencia, cree que eso es la solución para sus problemas, pero no puede estar más equivocado.
Me siento junto a la camilla donde está Harper y la observo por las siguientes horas. Me pierdo en su rostro y el arrepentimiento me inunda.
Hay muchas cosas que pudieron salir bien y otras que nos llevarían nuevamente a este momento, pero si estuviera en mis manos retroceder el tiempo y evitar que ella esté en esa camilla lo haría sin dudarlo, pero ahora me queda cuidarla y velar por su seguridad.
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Dos noches en las Vegas
RomanceUn viaje del trabajo. Una salida con amigos. Un encuentro con el pasado. Un matrimonio apresurado. Un amor que se creía imposible. Decían que amar era el sentimiento más lindo siempre y cuando estuviera correspondido, pero eso nunca pasó. Siete...