Tsukuyomi no yaburi

La captura del Shukaku, el resurgir de las nubes rojas

Comienza tu ataque después de que yo me encargue de mi subordinado Deidara -Ordenó Sasori.

Hn' y luego dices que no te gusta esperar -Se quejó Deidara que ya había subido a su ave de arcilla.

Emprendió el vuelo hacia dentro de la aldea en busca de su objetivo por orden de su líder.

El jinchuriki del Ichibi, el Shukaku. Sabaku no Gaara.

Según lo que decían los informes de los espías de Sasori-senpai el jinchuriki es el actual Kazekage. Si quiero que el jinchuriki venga rápido hacia mi lo que tengo que hacer es atacar directamente a la aldea hn' -Dijo Deidara asintiendo ante su gran idea.

(Hn' no esperaré a que Sasori-senpai haga lo suyo, digo eso es estúpido. Tiene muchos más subordinados en Sunagakure aparte de ese así que empezaré con mi parte) -Pensó Deidara que metió sus manos en los bolsillos de su capa sacando lo que parecían ser pequeñas figuras de arañas blancas.

Las lanzó hacia abajo justo suya en donde estaban unos shinobis haciendo guardia.

Ellas se fueron acercando poco a poco a los shinobis quienes no las notaron hasta que fue muy tarde.

¿Pero qué?¿Qué es esta cosa? -Se preguntó uno viendo a la figura de arcilla en su hombro.

Es rara -Dijo otro molestando a Deidara que lo había escuchado.

No es ninguna cosa rara pero que puedo esperar de basuras incompetentes como ustedes -Dijo Deidara cuando sus arcillas se pusieron en los rostros de los insensatos según él mientras que ellos se retorcían para sacárselos porque las cosas blancas que los atacaron de la nada los estaban asfixiando.

Tendréis que aprender con vuestros propios cuerpos que mi arte es...¡Una explosión! -Exclamó Deidara.

Hizo una posición de manos y las arcillas que tenían los shinobis de Suna en la cara al momento explotaron matándolos al instante.

Jeje aprender a valorar insolentes -Se burló Deidara que volvió a emprender el vuelo en el cielo de Sunagakure ya anochecido siendo visto a lo lejos por dos personas siendo una de estas un shinobi que Deidara no notó desde el principio.

(Ese es Deidara Kamizuru, de la unidad de bombarderos de Iwa, maldición. Si no fuera porque me apartaron en el último momento estaría muerto) -Pensó el shinobi mirando desde donde estaba escondido a Deidara en el cielo y pudo notar que llevaba una capa negra con nubes rojas que reconoció casi al instante.

(¡Akatsuki está en la aldea!¡Tengo que avisar a Kazekage-sama de esto!) -Se dijo así mismo con urgencia.

Quiso ir en donde estaba su kage pero cuando salió de donde estaba una cola de metal lo agarró por el cuello para su horror.

No debiste quedarte ahí parado tanto tiempo Suna -Dijo un hombre jorobado que llevaba la misma capa que el otro que había visto y sin darle alguna oportunidad de hablar, su cuello fue torcido de forma fatal.

Sasori dejó caer el cuerpo del sujeto de su ex-aldea sin mucho interés.

(Tsk, es muy impulsivo. Sino fuera porque yo lo maté los shinobis de esta aldea nos atacarían pero bueno ya está muerto, tal vez lo dejó para que yo me consiguiera una marioneta nueva) -Pensó Sasori que selló el cuerpo del que había matado segundos atrás.

Miró en donde se dirigía su compañero y comenzó a caminar en otra dirección con tranquilidad.

No tenía prisa.

En unas tierras lejanas de las naciones elementales, días antes de que Naruto regresara...

Dentro de un castillo se podía ver la silueta de una persona que estaba durmiendo, una joven de rubio claro.