Tsukuyomi no yaburi

El decreto de la muerte

¡Kotori! -Gritó Isaribi y corrió en donde estaba el acantilado pero Naruto la sostuvo antes de que hiciera una tontería.

Isaribi cálmate, tienes que respirar con tranquilidad -Dijo Naruto tratando de calmarla.

¡Pero lo has visto!¡Se la han llevado, tenemos que traerla de vuelta! -Decía Isaribi asustada.

¿Y cómo lo harás? Viste como se la llevaron, no fue un shunsin, simplemente desparecieron. No hay un rastro de chakra -Dijo Naruto con seriedad que miraba en donde desapareció la ojiroja y apretó el puño.

No podía sentir su chakra en ningún lado por mucho que expandiera su chakra.

Malditos -Gruñó Naruto apretando el puño con enojo.

Los tomaron por sorpresa.

Respiró hondo y se calmó para poder pensar en algo que hacer pero en eso que pensaba recordó lo que le dio momentos antes de que todo el desastre comenzara.

(Mi kunai del Hiraishin, claro. Le di uno de mis kunais a Kotori cuando peleaba con ese Ryosuke) -Pensó Naruto que se relajó.

Aunque no pudiera sentir su chakra o el del kunai por el momento. Tan pronto como ella imbuyera su chakra el lo notaría.

Con ese último pensamiento Naruto se tranquilizó bastante y miró a Isaribi que seguía shockeada por lo que había pasado.

Isaribi vayamos de vuelta con la caravana, cuando veamos que Kahiko y los otros estén bien buscaremos pistas de donde podrían habérsela llevado además Kotori es fuerte, jamás dejaría que le hicieran algo contra su voluntad -Dijo Naruto a lo que ella tomó respiraciones profundas para calmarse y miró a Naruto con seriedad y asintió.

Sí tienes razón, ella es fuerte -Dijo Isaribi recuperando la compostura.

No debía dudar de su fuerza, Kotori era fuerte. Podría defenderse de lo que le lanzaran.

No por nada era la Shinigami no Keshin de Konoha.

En otro lugar 

En una zona apartada de donde había ocurrido la pelea contra los de Konoha, el soldado que había atrapado a Kotori apareció como si de niebla se tratara y momentos después apareció el que había peleado con Kotori.

Vámonos -Dijo el más bajo y momentos después escupió sangre.

Apoyó su mano contra una roca que había allí y se quitó el casco para poder tomar más aire.

Maldición me hizo mucho daño -Dijo el que ahora se podía ver la cara y era un joven rubio de ojos rojos.

Él se miró en su pecho en donde tenía una marca que estaba brillando de color azul para su sorpresa.

Increíble, ni siquiera mi piedra Gelel puede curar mis heridas por completo -Dijo sorprendido y miró a la chica que su compañero cargaba en su hombro.

(No hay duda tengo que llevarla con el maestro Haido) -Pensó el chico que le hizo una señal a su compañero para que se fueran del lugar pero tuvo que saltar a un costado evitando por centímetros el arma que la peli morada había estado usando.

La naginata quedó clavada en el suelo y los que estaban ahí la miraban en alerta por si pudiera haber alguien alrededor pero después de esperar un rato y que nada pasara, el chico comenzó a caminar mientras que el soldado ponía sobre su hombro a Kotori y cogía la naginata con su mano libre para después seguir al primero. 

Nadie dijo nada en su camino de regreso a la fortaleza y Kotori colgada del hombro del más grande no hizo ningún movimiento ya que en ese momento estaba inconsciente.