Tsukuyomi no yaburi

La razón del porqué la promesa no se pudo hacer

En el desierto de Sunagakure

¿Qué es eso? -Se preguntó Kotori que había abierto sus ojos porque por unos instantes un chakra muy poderoso había aparecido en su rango de detección.

Rápidamente deshizo la cúpula de tierra y salió de donde estaba lista para la pelea.

La tormenta de arena ya se había calmado casi por completo dejando solo un viento algo fuerte pero que poco a poco se iba calmando aunque ella no le prestó atención.

Estaba más enfocada en encontrar la firma de chakra que había sentido.

(¿Por qué se me hace tan familiar?) -Pensó Kotori que se concentró más y encontró el lugar en donde estaba su nuevo objetivo cosa que notó el encapuchado.

Así que ya me notó, que lastima -Dijo el encapuchado divertido y por su voz se podía notar que era un chico el que hablaba.

(Me gustaría poder hablar con ella pero ahora no es el momento, tengo asuntos que atender en otro lugar) -Se dijo el adolescente para si mismo y se levantó de donde estaba.

Miró por última vez a la peli morada que a lo lejos lo buscaba y dio una pequeña sonrisa.

Nos volveremos a ver...Kotori -Dijo el encapuchado que desapareció envuelto en un chakra morado y Kotori que miraba en todos lados se sorprendió. 

Reconocería ese chakra en cualquier lugar que convenientemente también era la razón del porqué ella estaba ahí.

El chakra morado corrupto.

Volteó en donde había sentido nuevamente un pequeño estallido de chakra idéntico a el mismo de antes pero solo vio el lugar en donde había estado parado segundos atrás el encapuchado.

Maldición, ahí estaba -Dijo Kotori seria ya que parecía que el que había estado en ese lugar la había estado observando y no tenía idea de quien podría ser pero su chakra se le hizo algo familiar como si ya lo hubiera visto antes.

¿Acaso era Orochimaru o tal vez un shinobi con quien hubiera peleado, ahora infectado con ese chakra como fue el caso de los hermanos demonio?

Fuera cual fuera el caso debía llegar rápido a Sunagakure.

Con ese último pensamiento retomó su camino a dicha aldea pero ahora completamente alerta a cualquier cosa que se pusiera a su alrededor.

En Konoha

Bien Danzo te escucho, ¿De qué querías hablar? -Preguntó Tsunade sentada en un pequeño sofá y a su lado estaba su sensei, Hiruzen.

Ambos miraban al anciano vendado que estaba sentando en el asiento de enfrente suya.

Me gustaría pedirte un favor Hokage-sama, es sobre la integración de dos shinobi en sus filas -Dijo Danzo a lo que Tsunade levantó una ceja con curiosidad.

¿Shinobis? -Preguntó Tsunade a Danzo que asintió.

Son unos chicos que han estado a mi cargo desde hace unos años y creo que serían una buena adición a nuestras filas aunque les falta experiencia, en esa parte todavía están muy verdes -Dijo Danzo e Hiruzen lo miró serio.

Danzo, ¿Esos shinobis son parte de Raíz? -Preguntó Hiruzen serio a su antiguo compañero de batalla que negó con la cabeza.

Mi organización se deshizo hace años atrás tras la masacre del clan Uchiha perpetrada por Itachi Uchiha, ellos solamente son unos chicos con buenas habilidades que recogí después del intento fallido de la invasión de Orochimaru -Dijo Danzo.

Ya veo, pero si son unos chicos con habilidades excepcionales ¿Por qué no me avisaste de esto antes? -Preguntó Tsunade a Danzo.

No quería que se levantaran sospechas sobre mí, acabábamos de sufrir un ataque que si bien no fue exitoso si dejó la aldea algo tensa y desprotegida como lo demostró la infiltración de los akatsukis. No quería tener los ojos de todos sobre mí así que no le hablé de ellos hasta ahora que están lo suficientemente preparados -Razonó Danzo pero ni Tsunade ni Hiruzen le creyeron ni una sola palabra que dijo.