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La luz del sol se filtraba a través de las ventanas del cuartel general, bañando la sala de entrenamiento con un resplandor cálido y dorado. ____ se encontraba en el centro de la habitación, ejecutando una serie de movimientos con precisión y gracia. Su fuerza y agilidad eran evidentes en cada golpe y cada esquive, y sus compañeros la observaban con una mezcla de admiración y asombro.
Entre ellos, estaba Ryota Tanaka, un joven soldado nuevo en el equipo. Desde el primer día, había quedado impresionado por las habilidades de ____ y su espíritu indomable. Pero más allá de su destreza en combate, era su sentido del humor y su amabilidad lo que realmente había capturado su atención. A menudo, Ryota se encontraba buscando su compañía, disfrutando de las conversaciones y risas que compartían.
Lo que Ryota, ni nadie sabía, era que ____ estaba casada con el vicecapitán Soshiro Hoshina, una relación fantasma que parecía no existir. Ambos habían decidido mantener su relación fuera del conocimiento público para evitar cualquier complicación profesional y mantener la paz en el equipo. Era un pacto que habían hecho mutuamente, y aunque no era fácil, ambos estaban comprometidos a cumplirlo.
Una tarde, después de una intensa sesión de entrenamiento, ____ se dirigió a la biblioteca para tomar un respiro. Al sentarse en una mesa, sacó un libro de su bolso y comenzó a leer. No pasó mucho tiempo antes de que Ryota se uniera a ella, una sonrisa tímida en su rostro.
