( 003 ) ━ a crow caring for its chick.

819 155 38
                                    

Sabemos un poco sobre muchascosas; justo lo suficiente para hacernos peligrosos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sabemos un poco sobre muchas
cosas; justo lo suficiente para
hacernos peligrosos. - palabras
de Dagda a Rowena
Sorrengail en su segundo año.

En cuanto dio aquella orden, Kieran desapareció de inmediato y el silencio la inundo.

Rowena se quedó ahí, apoyada en la pared con la mirada perdida tras la vista que le ofrecía la ventana, intentando disfrutar la tranquilidad que le daba el ala académica con la baja población de fantasmas que recorrían los pasillos.

Generalmente, cuando los fantasmas morían y se negaban a cruzar dios sabe a donde, algunos se quedaban atascados en el lugar en el que perdieron la vida por el resto de la eternidad, algunos otros, mayormente los que poseían una fuerte voluntad podían rondar un poco más lejos de su perímetro. Pero necesitaban energía, así funcionaba la muerte, a base de energías. El sello de Rowena era la muerte y este de alguna manera estaba conectado con sus sentidos. De los cinco sentidos que podía tener una persona, su sello había amplificado casi todos, menos el gusto y el olfato. Su tacto robaba la energía vital de cualquier criatura viva y aquella energía era como combustible para ella. Mientras tanto sus otros dos sentidos, la vista y el oído, podía hacer uso de ellos a base de los fantasmas. Ella podía ver todo lo que veían, todo lo que escuchaban. . . por ello se podía decir que Rowena estaba en todas partes, nada se le escapaba, por ello su madre le había dicho que recompilara información con su sello, porque con un sello en el cual tenías ojos en todas partes, los secretos no existían.

A menos de que hicieras la mirada a un lado.

Para el mundo, para Basgiath, para todo alto mando en Navarre, lo que se tenía como conocimiento público era que su sello era su toque mortífero. Solo su madre sabia el verdadero alcance de su sello, así no la controlarían, así ellos solo podían suponer lo que en verdad era capaz de hacer.

Una reina de los muertos entre los vivos era un arma que nadie dejaría escapar.

Sus platinados ojos fueron capaz de divisar cada vez más vida en el cuadrante de jinetes, la ventana por la cual miraba daba justo al patio central común donde las cuatro alas se reunían y una maldición casi salía de sus labios. Como líder de ala, tendría que bajar, tal vez por una media hora y hacer acto de presencia y luego finalmente podría volver a la comodidad de su habitación y leer un buen libro de arquitectura, tal vez terminar unas cuantas piezas de su maqueta, pero el recuerdo de que tenía una reunión pendiente con el ala de fantasmas (como ella lo había bautizado) sus sombras, hizo que aquella idea se retrasara cada vez más.

Aquel día parecía no querer terminar nunca.

━━━ Que no se te ocurra dejarme plantado, raven. ━━━ gruño Dagda en su mente.

Rowena puso los ojos en blanco al oír el anticuado apodo por el cual Dagda la llamaba. Cuervo, aunque nunca supo el porqué del apodo y no importara las veces que ella le preguntó a Dagda porque la llamaba así, ya que ni si siquiera se parecía uno físicamente, se había quedado para siempre desde la primera vez que lo dijo.

INFERNAL  ─── fourth wingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora