Día

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Comenzamos un nuevo día en la casa de Yamashita Kasuo, viendo cómo los habitantes de esta casa se reúnen para tomar el desayuno con tranquilidad.

Yamashita: ¿Qué tal está la comida, muchachos?

Ohma: A pesar de que no es carne, no está nada mal.

Karla: La comida está deliciosa, señor Yamashita.

Kasuo: Me alegra que disfruten de la comida. Por cierto, Ohma, ¿de casualidad no has visto a Yasuo?

Ohma: Últimamente se ha levantado temprano para salir a correr.

Yamashita: Me pregunto qué habrá causado ese cambio tan radical en él.

Ohma: No tengo la menor idea.

Pensamientos de Ohma: Al parecer, piensa ocultar su entrenamiento de momento, jeje.

Karla: Hablando de cambios, Ohma, ¿qué te parece si hoy me acompañas a un lugar nuevo que descubrí hace algunos días?

Ohma: Pensé que, por ser tu último día en la ciudad, íbamos a entrenar por última vez.

Karla: Descuida, después de que me acompañes, prometo que te voy a enseñar una técnica muy útil.

Ohma: ¿Con eso te refieres a...?

Karla: Una técnica de mi clan.

Ohma: Está bien, me convenciste.

Karla: ¡Yay!

Tiempo después...

Ohma y Karla se encontraban caminando por las calles de la ciudad mientras se dirigían a lo que parecía una pequeña organización de luchas clandestinas que había ganado popularidad recientemente debido a su interesante propuesta de luchas femeninas. Especialmente, su popularidad se había disparado debido a la campeona invicta de esta arena, quien tenía fama de terminar sus combates en tan solo un golpe.

Ohma: ¡Wow! Este lugar se ve bastante interesante, ¿no lo crees?

Karla: Sabía que te iba a gustar, jeje.

Ohma: ¿Cómo encontraste este lugar?

Karla: Mi familia ha recibido una peticion de vigilancia y como estoy en la ciudad entonces decidi hacerme cargo de esa petición, asi fue como di con este lugar.

Ohma: Oye, ¿pero ese trabajo implicaría más tiempo del que estarás en la ciudad, no?

Karla: ¡Sorpresa!

Ohma: Espera, ¿de verdad estarás más tiempo en la ciudad?

Karla: Sí, esto del trabajo fue solo una fachada para que mi abuelito accediera a que me quedara más tiempo. Así que podríamos decir que asistiré al torneo Kengan junto a ustedes.

Ohma: Sabes, me parece mejor así. De lo contrario, me sentiría un poco solo.

Karla: Awww, ¿eso quiere decir que me quieres, verdad?

Ohma: ¿No se supone que tienes trabajo que hacer?

Karla: Sé que me quieres, no hay necesidad de que lo ocultes, Ohma.

Ohma: Como sea, parece que el combate va a empezar.

Ohma y Karla se posicionaron cerca de la arena, viendo cómo dos mujeres entraban al área de combate, presentándose así a las concursantes.

ANUNCIADOR: CON USTEDES, ¡LA ESPELUZNANTE MÁQUINA ASESINA! ¡MOMOSE MIHINA!

Ohma: Se ve como alguien interesante.

El demonio AshuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora