¿Una cita?

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Nos encontramos en la casa de Yamashita Kasuo, donde podemos observar a un hombre de cabello negro ejercitándose con fervor.

Ohma: Creo que es suficiente por ahora.

Ohma: Uff, espero que el señor Yamashita tenga algo de carne.

Narrador:

Han pasado unos días desde que Yamashita Kasuo decidió que Ohma se mudara a su casa. Al principio fue algo incómodo debido a sus hijos, pero con el tiempo todo se puso en orden. Además, Ohma se había encargado de que su hijo menor volviera al camino correcto, alejándolo de malas influencias y convirtiéndose en buenos amigos en el proceso.

Ohma: Maldición, no debí aceptar ese compromiso con Karla.

Yasuo: ¿Compromiso? ¿O cita?

Ohma: Qué sorpresa verte aquí, Yasuo. ¿No tenías una reunión con tus "amigos"?

Yasuo: Puedo ver que disfrutas hacerme esto, ¿sabes?

Ohma: Ojo por ojo.

Yasuo: Ese estúpido dicho te hace parecer a mi padre.

Ohma: Déjame en paz, maldito mocoso.

Yasuo: Eso será hasta que muera. A partir de hoy seremos inseparables como hermanos, ¿sabes?Ohma: Jaja, maldito mocoso.

Yasuo: En fin, ¿de qué trata ese compromiso?

Ohma: No es nada, solo voy a hablar con una chica que conocí.

Yasuo: Uy, ¿y cuéntame, te gusta?

Ohma: Nah, no es la gran cosa. Es decir, sabe pelear y le encanta, además es muy fuerte, pero nada muy sorprendente.

Yasuo: Sabes, es gracioso que alguien de tu edad me diga "mocoso", como si tuvieras más de veinte y después te comportes como el adolescente que eres.

Yasuo: En fin, déjame darte un consejo.

Ohma: ¿Tú a mí un consejo de amor?

Yasuo: Calla y escucha.

Yasuo: Trátala como te gustaría que te traten, y por lo que más quieras, no la retes a un combate ni te metas en problemas por una estupidez, ¿de acuerdo?

Ohma: Ya déjalo, sabía que no podrías darme un consejo útil, jeje.

Yasuo: Eres un caso perdido.

Ohma: Y bueno, ¿quieres pelear un poco?

Yasuo: ¿Es una broma?

Ohma: No, es importante que puedas defenderte. No siempre estaré ahí, ¿sabes?

Yasuo: A papá no le va a gustar.

Ohma: ¿Algo que no hayas hecho antes?

Yasuo: Ush, como sea, vamos.

Ohma: Al fin hablas como un hombre, Yasuo Yamashita.

Yasuo: Sabes, es raro que llames a las personas por su nombre completo.

Ohma: Es parte de mi esencia, supongo.

Ohma: Bueno, si te voy a enseñar a luchar, deberás comprometerte a entrenar tu cuerpo flacucho.

Yasuo: Si vas a empezar con estupideces, no voy a pelear.

Ohma: No hablemos de cosas estúpidas y obedece. Después de todo, soy luchador y sé lo que te digo.

Yasuo: Como sea, vamos al patio.

Ohma: Muy bien, veamos qué tienes.

Yasuo: Muy bien.Yasuo levantó torpemente sus brazos tratando de defender su rostro y parte de su abdomen, comenzando a moverse lentamente.

El demonio AshuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora