Comodidad en Preyna -HIATUS-

Capítulo 35: Una decisión tomada

¡Capítulo 35! ¡Espero que hayan disfrutado los últimos 34 capítulos, y espero especialmente que disfruten de este! Perdón por el tipo de cliffhanger en el último. Al menos no era tan malo como el cliffhanger en la Marca de Atenea. ¡Eso fue brutal! ¡De todos modos, disfruta! Revisar gritos:

Invitado: ¡Muy bien! Intentaré escribir una fanfiction de Percabeth después de esto. ¿Te gustaría que fuera una UA?

Invitado: Gracias! ¡Estoy muy contento de que esta sea la mejor fanfiction que hayas leído! ¡Eso significa mucho para mí! Definitivamente intentaré actualizar más rápido.

iNeptuno: Tu apoyo es increíble! Espero que todos se queden, pero incluso si solo fueras tú, todavía escribiría. ¡Gracias!

Invitado: ¡Jaja! ¡Sí, estoy leyendo a Percy Jackson para la tarea! Tienes razón, es difícil tener a Percabeth y Preyna juntas, y es difícil escribir, ¡aunque está llegando! ¡Gracias, y trataré de escribir a Percabeth después de esto!

¡Muy bien, con el fic! (Descargo de responsabilidad: Todos los derechos de Rick Riordan.)

El POV de Reyna

Todo lo que Reyna quería era tener una agradable noche relajante, sin preocupaciones en absoluto. Sus planes se arruinaron cuando se enteró de que Terminus estaba en Nueva Roma. Corrió con el legionario hasta la ciudad, preguntándose qué encontraría.

Lo que encontró fue un par de legionarios retirados del Campamento Júpiter tratando de comunicarse con el dios poseído. Desde la distancia, Reyna no podía decir si esto iba bien o no. El busto, sin embargo, parecía lo suficientemente normal. Estaba sentado quieto, con la cara tranquila. Sin embargo, Reyna sabía no tomar esto como una buena señal. Los dioses eran impredecibles, especialmente los dioses que eligieron aparecer hechos de piedra.

Reyna y el legionario continuaron dirigiéndose a Terminus. No estaba haciendo ningún movimiento repentino, así que eso fue... adecuado, al menos.

Finalmente, Reyna y su compañera legionaria llegaron a los veteranos. Terminus miró a Reyna y dijo, "Praetor."

Reyna asintió lentamente, confundida. "Sí, Terminus. Ahora, ¿te importa explicar por qué estás actuando raro?"

Terminus abrió su boca de piedra para decir algo, pero de repente, se convulsionó y desapareció. Reyna, el legionario y los adultos simplemente se quedaron allí, preguntándose qué acababa de pasar.

"Al menos dijo algo", el legionario actual rompió el silencio.

Reyna asintió lentamente. "Y luego él solo... Ni siquiera lo sé."

"Parecía desaparecer contra su voluntad", mencionó uno de los legionarios retirados.

"Como si estuviera poseído por un eidolon..." Reyna señaló.

"Estoy convencido ahora", dijo el legionario actual. "Terminus tiene que tener un eidolon!"

Reyna asintió de nuevo. Todo tenía demasiado sentido. No había otra opción. Uno pensaría que tal vez siendo un dios, Terminus sería capaz de disipar un eidolon, pero toda la evidencia apuntaba lo contrario.

"Bueno," Reyna se volvió hacia los adultos. "Será mejor que volvamos al campamento. Gracias por detenerlo un poco."

Los veteranos asintieron respetuosamente al pretor. Reyna hizo un gesto al legionario y comenzaron a regresar hacia el Campamento Júpiter. Ella sabía que el sol estaba bajando en el cielo, y era hora de cenar en el comedor justo a esta hora. Tenía mucha hambre, y la gente probablemente se preguntaba dónde estaba, especialmente sus compañeros pretores.