Need-(changin)

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Jeongin lagrimeaba mientras que su garganta se rompía en gritos.

Expulsaba sangre de manera exagerada. Tener a su bebé se hacía complicado. Y más porque aún faltaba la mitad de su cuerpo por salir.

Changbin estaba nervioso y un poco asustado, se paseaba de un lado al otro en la sala de espera. Una angustia inmensa se acumulaba en su cuerpo al escuchar a Jeongin gritar como nunca, ni siquiera en el parto de las niñas se le oía de esa manera. Estaba claro que... Era mucho más complicado y doloroso que la última vez.

-Papá, ¿No va a pasar nada malo, verdad?

-No, hija, todo estará bien...

Con la parte baja de la camilla y sábanas empapadas de sangre, la habitación se invadía de gritos y de un llanto lleno de dolor.

Su cuerpo se retorcía por las contracciones, y más porque su parte íntima estaba siendo totalmente cortada para dar a luz a su bebé. Era horroroso, pero también se podría decir que la situación se estaba yendo de sus manos.

-¡Vamos, ya casi está! ¡Puja!

Jeongin gritó nuevamente, presionando toda su fuerza en pujar lo más que pudiera. Pero no era muy fácil, dolía como el infierno.

Centrándose en las caras un poco asustadas de los doctores, sólo trató de hacerlo más rápido.

Seguía chorreando sangre, sunoo estaba a nada de nacer. No era nada fácil. Jeongin sólo deseaba tener a su bebé en sus brazos y ya no tener que seguir sangrando por pujar.

-¡Puja! ¡Sólo la cabeza, ya casi estamos!

Jeongin estaba con sus mejillas ruborizadas. Había un doctor que con un paño secaba su sudor.

-¡Puja! ¡Ya estoy viendo su cabeza!

Le animaba la doctora que estaba entre sus piernas, extendiendo sus brazos, recibiendo el cuerpo del cachorrito ya casi nacido.

Jeongin estaba bañado en su propio sudor, sus muslos goteando del oscuro y brillante líquido rojo, que botaba cada que hacia presión.

Pujó con un grito desgarrador.

Changbin se alteró y sólo trató de pensar que todo saldría bien y que su bebé iba a nacer sin problema.

No fue suficiente aún, sólo faltaba uno, uno más y ya tendría a su precioso cachorro entre sus brazos.

-¡Puja! ¡Sólo uno más! ¡Uno más y ya nace el bebé! ¡Puja!

Éste pujó y pujó. Una punzada le hizo gritar.

Jeongin estalló en dolor cuando su bebé finalmente salió de su cuerpo y su sangre chasqueó en su interior.

Changbin sonrió al escuchar a sunoo llorar. Derramó muchas lágrimas.

-¡Felicidades, su bebé ha nacido sano y Salvo!

Le entregaron a Jeongin su bebé.

Éste no pudo contener sus lágrimas y sollozos al ver a su precioso bebé, que era como siempre lo soñó.

Sólo que había un detalle... Se parecía mucho a changbin.

Pero no podría importarle menos a Jeongin. Al fin y al cabo, era su padre, y era obvio que se parecería.

La doctora salió un momento de la sala, para decirle a changbin que ya estaba listo el parto.

-¿Familiares de yang Jeongin?

Changbin se puso de pie y las niñas sobre saltaron y levantaron la cabeza.

-¿Cómo está él y el cachorro, doctora?