»-Es un antiguo conjuro wiccano, puedes atraer el viento con el, tienes que recitarlo con las ventanas abiertas, así el dios Eolo vendrá a visitarte en los atardeceres y mantendrá tu hogar fresco, Eolo invitará a Elios y así también en las noches aquel dios habrá dejado un poco de su calor entre tus sábanas.-
»- ¿Es una historia real mamá?-
»- Lo es si lo crees dentro de ti.-
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Lorenzo paseaba por todo el salón de la mansión, esperaba por el amor de su vida, Charles no se encontraba en casa ya que tenía la competencia de Canadá, Arthur había acompañado a su hermano y la casa estaba sola para ellos dos.
Como los dos enamorados que eran, Lorenzo siempre se había encargado de darle el mundo a Jules, y en retribución el príncipe Bianchi le había dado su corazón y amor, todo era perfecto para ellos, absolutamente nada podría salir mal, finalmente Bianchi bajo de las habitaciones, venía vestido con un hermoso traje de terciopelo rojo con encajes en hilo de oro, sonrió al ver a su amado y con la misma delicadeza que lo caracterizaba le sonrió a Lorenzo.
El alfa sintió un revoloteo en su corazón, era amor, Bianchi lo tomo de la mano y depósito un beso en su mejilla, Lorenzo entonces comenzó a silbar una hermosa canción.
»-Oh, ¿es enserio Leclerc?- Jules comento un poco animado
»-Vamos amor, nos conocimos con esta bella canción.-
»-Y cada vez que la cantas me haces recordar el por qué me enamore de ti.-
»-Por bravo mar navegare a ahogarme yo no temo, y sorteare la tempestad si eres para mí.-
Lorenzo tomo de la cintura a Jules y comenzó una pequeña danza que ambos conocían a la perfección.
»-Ni ardiente sol ni frío atroz me harán dejar mi viaje.-
»-¿Alguien sabe dónde está Arthur cuando se le necesita? - pregunto Jules quien recordó que en esa estrofa en especial el mediano de los Leclerc solía siempre interrumpir a su hermano, Lorenzo sonrió y dio un besito en su nariz antes de continuar.
»-Si me prometes corazón..amar..-
Jules le sonrió cómplice y sus pies comenzaron a danzar casi por memoria muscular, en los pasillos del gran salon sus pies resonaban, Jules miro a Lorenzo por un momento y siguió su mirada cómplice para después comenzar a cantar a su lado.
»-Mi buen amor tan dulce y leal me asombran tus palabras, no quiero una empresa audaz es bastante si me abrazas.-
»-Sortijas de oro te traere, poemas te voy a cantar, te librare de todo mal si siempre me acompañas -
