Capitulo VII : Juramento 🪽📜

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Despues de una larga espera en la cual Jules no había aparecido, Lorenzo salió de la Piscina ya que el agua antes templada comenzaba a sentirse fría, salió de ahí y comenzó a caminar por los pasillos de su hogar.

Las ventanas estaban abiertas, el aire comenzaba a colarse haciendo de las cortinas fantasmas danzantes, sin embargo el clima había cambiando drásticamente, por alguna razón comenzaba a nublarse, el viento arremetia fuerte contra los ventanales y ondeaba las banderas familiares, todo anunciaba a una tormenta, rápidamente comenzó a cerrar una por una, hasta llegar a las de la planta alta, paso habitación en habitación, cuando finalmente llegó a la que compartía con Jules, la puerta estaba entre cerrada ondeante por el viento que seguramente se colaba por en medio de la ventana.

Algo dentro de él le exigía no abrirla, sin embargo lo hizo.

Envuelto en seda y lino estaba el cuerpo de su amado, de su cabeza brotaba un líquido espeso, un líquido de vida, un agujero ya hacían en su frente, pulcro, limpio, en sus manos llevaba una pequeña medalla, Lorenzo la reconoció de inmediato.

»- Ma vie! - grito con el sentimiento ahogado en la garganta.

Se arrodilló ante el cuerpo y desgarrado en sus adentrós lo tomo en brazos, besaba su frente y lo mecia como si aquella acción lo devolviera a la vida, "mi amor, por favor, despierta" le decía impaciente, apretaba con sus brazos aquel cuerpo ya inerte, la sangre había manchado las sábanas y la bata de seda, aquel líquido se había regado por toda la cama como si se tratase de una peste.

La ventana estaba abierta obviamente, el paisaje detrás de ella describía la escena de aquella habitación, el viento se llevaba los pétalos del rosal que con tanta dedicación habia cuidado Jules, el viento frío se colaba y Lorenzo se aferraba al poco calor que aún había en su amado.

Los guardias no tardaron en llegar, todos ellos estaban agitados, habían perseguido a alguien hasta las fronteras de la mansión, todos llegaron, todos menos uno. .








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»-Jules...-

Se limito a decir antes de caer desplomado frente a los dos omegas.

Los asistentes del Paddock de inmediato se dieron cuenta de aquella situación y no tardaron en ir a ayudar, Charles estaba confundido sin embargo algo dentro de si le decía había sucedido algo.

»- Sergio, ¿Tienes tu teléfono?-

»-Si..si, ¿lo necesitas?-

»-Si, por favor.- Sergio le extendió el aparato y de inmediato Charles marco el número que sabía de memoria, timbro una, dos, varias veces hasta que finalmente obtuvo una respuesta que no fuera la contestadora. -¡Lorenzo!- no hubo respuesta, la respiración detrás de la bocina parecía tratar de tranquilizarse antes de responder, después de unos minutos alguien más tomo aquel celular y se dirigió a Charles.

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