𝐌𝐍 ¦ ❝ Esa mujer, esa maldita mujer. Está más cerca de los dioses que de los humanos. Camina sobre la tierra con el alma en el cielo y aun así... Esa maldita mujer, es mi mujer. ❞
𝐄𝐍 𝐃𝐎𝐍𝐃𝐄 ━━ Tennō Nanahito nació para morir y murió para viv...
⁸. 𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀 』 octavo estadio ━━ el valor de las cosas
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☇ Que sea mi reina es suficiente ❜
Nanahito no sabía que la escuela a la que asistía Amanai era una escuela para mujeres. Se dio cuenta mientras corría por el patio junto a Satoru y se percató de cómo se veían las chicas de secundaria en realidad ya que ella nunca tuvo la oportunidad de ir a la escuela y recibió educación personalizada en el clan. De hecho, esos fueron los días más duros para ella, porque Satoru estudiaba en Tokio y ella se quedó en Kioto, y sólo lo veía los fines de semana y días feriados.
Ese pensamiento la hacía sentir culpable, porque la única razón por la que él regresaba al lugar que más odiaba, era simplemente por ella. Para ese entonces, ella pensaba algunas veces que Satoru exageraba, porque incluso estando sola e indefensa en el lugar donde era más odiada, nunca recibió realmente un mal trato. Sólo la ignoraban. La mayor parte del tiempo la pasaba sola, incluso había días en las qué pasaba más de diez horas en completo silencio.
Una nueva sensación la sacó de sus pensamientos. Satoru había activado su técnica de la manera compleja, en vez de la forma simple, lo que quería decir que él estaba viendo algo con sus seis ojos que ella no podía. Entonces, prefirió quedarse con la copia simple de la técnica de Satoru, porque si algo complejo estaba por venir, no sería competente gastar gran parte de su energía maldita en la técnica que menos usaba, en este caso la de Satoru. Ella prefería usar su propia técnica, la cual consumía bastante energía maldita transformada en veneno y la de un par de sus hermanos. Además, que para invocar a su espíritu maldito utilizando la técnica de Geto, consumía bastante energía maldita para hacer que la obedeciera.
Que Nanahito pudiera copiar técnicas, no significaba que le salían al pie de la letra. Hay cosas que los chamanes pueden realizar con su técnica porque es algo que les sale del alma, pero de su alma no.
Cuando llegaron a la capilla, Satoru abrió las puertas de forma dramática y Nanahito no pudo evitar llevarse una mano a la frente.
— ¡Amanai! —gritó él.
Todas las jóvenes dentro de la capilla voltearon a ver en su dirección. Nanahito, a quien no le gustaba en absoluto llamar la atención se apartó a un lado y se escabulló sigilosamente hacia Riko.
— ¿Quién es ese? ¿Es tu novio?
Los murmullos de las amigas de Amanai no tuvieron suficiente importancia para Nana, quien podía sentir toda la energía maldita que los rodeaba en diferentes direcciones. Envidiaba la confianza que tenía Satoru en sí mismo en un momento como este, porque si incluso ella podía sentirse preocupada mirando con dos ojos, no podía imaginarse lo que él veía con seis.
