ALEJANDRO VARGAS ONE SHOT

Diabla.

-Dos orgasmos y un charro negro.-Escucho a Leslie desde el otro lado de la barra.

-En un momento.

Empiezo con la mezcla de los orgasmos son muy dulces yo prefiero algo más fuerte.

-Ey! Tn mira quien llego.- dice Leslie volteando los ojos hacia el hombre que busca su lugar frente al escenario.

-Vargas.- digo al verlo es uno de los militares que asisten al club. Sin duda uno de los mejores clientes.-Toma.- le entrego los tragos para que me deje en paz.

-Sabes que insistire toda la noche!!- rie mientras se voltea para irse.

Diablos por que tuve que decirle que me gustaba.

-Tn !!-escucho la voz de Mónica una de las gerentes del lugar.- Jenny no se presento hoy. ¿Puedes tomar su lugar? Por favor te pagaré doble.

-Quien atenderá la barra Moni?

-Marco puede solo. Además cuando el show empieza todos estan con los sentidos apagados.

-Oh! Creeme sus sentidos y demás cosas estan muy encendidos.- contesto limpiando un tarro.

-Por favor tn.-Mónica luce con los ojos vidriosos.

Agg! Siempre lo hace.

-Esta bien lo haré. ¡Marco! Cuida el lugar y no confundas el vodka con la Tequila de nuevo.- gritó mientras dejo mi delantal a un lado de la barra.

-Gracias, gracias tn el lugar esta lleno. Me haz salvado.- Mónica me entrega un corsé rojo de encaje negro y liguero del mismo color.

-Que coreografía es?-pregunto mientras ató los cordones y sentandome para ponerme las medias.

-Las chicas buenas van al infierno.-contesta mientras busca un par de zapatos negros de tacón con suela roja y me los entrega.

-Posición?- pregunto mientras pinto mis labios de carmín y empiezo a delinear de negro mis ojos.

-Centro,mesa tres...- Me quedo helada cuando dice la mesa- ¿Estás bien? Te lastime mientras arreglo tú pelo.

-No es eso.- respondo- ¿Puedo cambiar de mesa?

-No lo creo. ¿Tienes algún problema con la tres?

Claro que lo tengo: es la mesa de Vargas.

-¿Te gusta Vargas? O me equivoco.- Mónica voltea la silla y me mira a los ojos.

-¿Quién?

-Tn hoy bailaras no solo por que es tú trabajo.- Mónica si me estás inspirando creo que estas por fallar.- Bailaras para demostrarle a ese hombre que no solo eres la barista de este club. Tú eres una mujer muy bella en todo sentido.
Hoy quiero que ese tipo...- Mónica estiro su brazo en dirección al escenario.- Pregunté por ti al terminar el show. Esta claro.

-Siendo honesta no creo que pueda.

-Mónica cinco minutos. -Escuchamos la llamada de Jim.

-Lucete y ten en mente que ese hombre te esta mirando.

Mierda Mónica ese es el problema...

-Mónica estamos listos...-Jim volvio a hablar.

-Vamos...

Dioses proteganme...

-Si...

....

...

..

.

Pov Alejandro

Debo admitir que cuando las chicas salieron al escenario pensé que solo sería otro de sus aburridos y predecibles bailes.

Hasta que la miré a ella.

Era nueva pues no la habia visto.

Se mueve con la gracia y soltura de una diosa.

Ella sonríe al igual que sus compañeras pero se nota un poco nerviosa.

El corsé rojo se asienta a su figura y ella no es como las otras su cuerpo no es delgado puedo apostar a que tiene un par de kilos más que sus compañeras.

Y eso me exita, me exita ese cuerpo curvilineo fuera del estereotipo que ofrece un lugar de pool dance como lo es el CLUB 69.

Sus movimientos estan comenzando a encender al animal que vive en mi y es cuando sube al pool que una capa de sudor cubre mi frente.

Ella no es una mujer es una diabla.

Y lo compruebo cuando termina su acto y toca mi mejilla es una diabla que me tiene atado bajo su encanto.

-¿Quién eres?- Tomo su muñeca para detenerla.

En respuesta me besa.

Sus labios son como los imaginé carnosos y suaves.

La chica termina el beso y se pierde de vista.

....

...

..

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-Estuviste grandiosa.-Mónica me abraza en el vestidor.

-Lo crees de verdad?

-Bromeas! Dejaste al pobre tipo tan caliente que puedo jurar que lo vi levantarse e ir al baño.

-Mónica!!- sonrio recordando la locura que cometí hace unos minutos e intento quitar el maquillaje.

-Descansa y tómate lo que queda de la noche. Marco y yo cerraremos no te preocupes.- Mónica sale del vestidor.

Estoy con una esponja quitando lo que resta de delineador, la puerta se abre y escucho pasos.

Unas fuertes manos toman la mía deteniendo lo que hacia.

-Vamos al infierno...- esa voz es... Vargas.