⚔Capítulo 2: La Estrategia

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La única suerte que he tenido hoy ha sido llorar muy poco, ya que al salir del auto los periodistas se abalanzan sobre mi como mosquitos, gritando mi apellido y disparando flashes que me ciegan momentáneamente aunque pongo mi mejor esfuerzo en lucir seria, rozando lo aburrida.

A mi lado no cabe duda que Isaac ha esta llorando y se ve casi tierno, es tan pequeño que me roza los codos y todo su rostro esta enrojecido, no me doy cuenta de lo quieta que me quede hasta que siento una mano grande y caliente a la mitad de mi espalda y me sorprendo espero no notablemente cuando veo que es Augustus quien me esta empujando suavemente para que avance.

Decido hacerle caso y me muevo hasta entrar al tren y al hacerlo las puertas se cierran detrás de nosotros, veo al vencedor quitar su mano como si quemara y perderse por otra puerta antes de que alguien pueda hablar y  suspiro antes de acercarme a una mesa donde tomo una manzana de un frutero que parece mas decorativo que otra cosa.

Al voltear y morderla veo los 3 pares de ojos sobre mi y me encojo de hombros sin darles importancia. Effie nos da un breve discurso a Isaac y a mi advirtiendo que debemos volver en unas horas para la cena y luego nos deja ir hacia las que serán nuestras habitaciones.

AL entrar casi terminando mi manzana doy un vistazo alrededor y silbo por lo asquerosamente lujosa que se ve, ni siquiera mi casa que es una mansión de vencedores se ve así.

Hay un baño con agua caliente y un montón de botellas y perillas de todos los colores, un cajón lleno de ropa demasiado colorida para alguien de mi distrito y un gran ventanal cubierto por una suave cortina rojo vino.

Al terminar de comer y fisgonear dejo caer el corazón de la manzana en la basura del baño y me quito la ropa sin tocar mi cabello o el lazo en este, me decido por recogerme el pelo y lavar mi cuerpo con algo de agua caliente y jabón de manzana antes de colocarme un vestido blanco corto que saque del armario.

El ruido suave del tren deslizándose sobre los rieles llenaba el aire mientras soltaba mi cabello y lo peinaba con las manos a la par que veía las otras cosechas en la pequeña televisión, llevaba como 20 minutos en esto hasta que vi la mía, el aire empezó a sentirse más pesado que cualquier multitud al observar las reacciones de la gente y mi propio rostro.

Necesitaba salir. Despejarme o iba a enloquecer.

Tome aire alisando mi vestido antes de apagar la televisión e ir hacia la puerta, peor al abrirla me choque directamente contra Augustus, quien parecía haber estado a punto de tocar mi puerta por su mano levantaba.

-¡Oh! -solté incomoda dando un pequeño paso atrás por la sorpresa.

Él, por su parte, ni se inmutó, solo arqueó una ceja, con su expresión impenetrable habitual, aunque había una ligera tensión en su mandíbula.

-¿Pensabas que eras la única en este tren o qué? -murmuró él con tono burlón haciéndome rodar los ojos, aunque pude detectar una mezcla de cansancio en su voz- Estaba a punto de tocar. O tal vez no. Aún no lo decidía.

Me cruce de brazos y me dedique a observarlo por un momento, tenía esa actitud imperturbable y algo distante que había notado antes. Como si estuviera cubierto por una capa de indiferencia y sarcasmo, casi como yo. 

El pensamiento me hizo sonreír de lado sin apartar la mirada de él.

-¿Qué querías? -pregunte con el mismo tono sarcástico que él usaba.

Él miró hacia un lado, como si no estuviera seguro de si debía estar allí, luego soltó un suspiro y se encogió de hombros antes de hablar.

Effie me envió a ver cómo te iba... ya sabes, siendo elegida y todo eso. Pero parece que ya estás perfectamente adaptada -agrego lo ultimo con una sonrisa irónica mientras me recorría de pies a cabeza.

Angel De Carbon ~ Los Juegos Del HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora