Cuando el príncipe Rhaegar Targaryen entrega la corona de flores a Lady Lyanna Stark sin pensar en las consecuencias que esto traería a su casa y a su familia.
Y en donde su hermana-esposa Ravenna Targaryen le concede a su tercer heredero cumpliendo...
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Había pasado ya bastante tiempo desde que Rhaegar había humillado a su esposa en el torneo de Harrenhal, había convencido a su hermana-esposa de regresar a Desembarco del Rey, la princesa aceptó, no tenía a nadie en Dragonstone, mientras que en la capital aún tenía a Jaime, a su madre y a ser Arthur Dayne, quien era un gran amigo de la pareja, pero sobre todo de ella.
Esa mañana mientras despertaba pudo notar algo tenso a Jaime, quien siempre custodiaba las puertas de su habitación, se aseó a ella y a los niños mientras todos salían al comedor para romper el ayudo con su capa blanca siempre junto a ellos, mientras desayunaba no pudo soportar más el silencio del ser, así que lo confrontó "Es suficiente, ¿Qué te sucede Jaime?, ¿En dónde está Rhaegar?"
El capa blanca simplemente bajó la cabeza posando su vista en sus pies "Lady Jeyne, cuide de los niños por favor" Ravenna tomó a Jaime por la armadura y lo sacó del salón "Necesito saber qué demonios está pasando, ¿Dónde demonios está Rhaegar?" Jaime suspiró, el Lannister estaba nervioso. "El príncipe Rhaegar desapareció mi princesa, desde hace unos días él y una docena de sus amigos más leales partieron de la capital, el príncipe me ordenó cuidar de usted y sus hijos" la princesa se quedó callada analizando la información "¿A dónde fue?" el joven negó "No lo sé, princesa, simplemente me dio aquellas instrucciones" la princesa soltó lágrimas, había notado a Rhaegar distinto desde que le entregó la corona de rosas invernales a la Stark "Puedes irte Jaime" el eapadachin negó "No, el príncipe me ordenó que no me alejara de ustedes".
"A Rhaegar no le interesamos más, nos ha abandonado, ni siquiera se despidió de ellos, sus hijos, vete ser Jaime, te libero de toda culpa y responsabilidad, todo lo que nos ocurra a mi o a mis hijos dejará de ser un problema para ti en este momento" Jaime negó "No, mi princesa usted y sus..." Ravenna lo interrumpió "¡¡Vete Jaime, no te necesitamos, no te quiero aquí!!" el ser simplemente bajó la cabeza y se colocó al lado de la puerta del salón, como el resto de guardias que custodiaba las puertas de la Fortaleza, en señal de no querer moverse, Ravenna lloró y se adentró de nuevo al salón donde se encontraban sus hijos.
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Habían pasado varias semanas y no había señal alguna del príncipe Rhaegar, preocupando a la princesa, quien cada vez se sentía más agobiada en el castillo junto a su padre, habían llegado rumores desde las Tierras de los Ríos sobre el príncipe y lady Lyanna.
Aquellos rumores aseguraban qué ambos se habían encontrado por esos lugares y luego de aquello Lyanna desapareció, se decía de un probable secuestro por parte del príncipe, pero Ravenna estaba segura de que no era así, Rhaegar no haría eso, cada vez los rumores se hacían más fuertes llegando a oídos del Rey Loco, quien no había hecho más que culpar a su hija, decía cosas hirientes, le reporchaba no haber quedado en cinta antes, si hubiese tenido a Aegon antes del torneo nada hubiese pasado, Rhaegar no se hubiera fijado en otra mujer si ella le hubiese dado un primogénito varón. Ravenna ya no estaba segura de nada, estaba decepcionada de Rhaegar.
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282 d. C
El tiempo seguía pasando, tres lunas desde la desaparición de Lyanna y Rhaegar.
El norte había empezado a levantarse sobre los rumores acerca de Lyanna y Rhaegar, frente la corte en ese momento estaba, Brandon Stark, el primogénito de lord Rickard Stark, con un grupo de abanderados. El Stark exigía ante el rey que el príncipe Rhaegar diera la cara. "¿Quién te crees tú muchacho?, para darme ordenas a MI, soy tu rey y tu hermana no parece ser más que una puta cualquiera, aceptó huir con un hombre casado" Ravenna trataba de intervenir "Padre, Brandon simplemente quiere... quiere saber sobre su hermana, está exaltado, de seguro no quería hablarte así..." El Rey perdía los estribos "¡Cállate, mujer!, esta también es tu culpa, si hubieras sabido satisfacer a tu hermano esto no habría sucedido" Ravenna bajó la cabeza avergonzada mientras Brandon la miraba con lástima, seguían siendo buenos amigos apesar de la situación.
"¡Guardias!, lleven a lord Brandon Stark y a sus acompañantes a las celdas, envíen cuervos a sus familias, exijo una audiencia con todos ellos para hablar del comportamiento de sus hijos" Ravenna intentó convencer a su padre de dejarlos libres, no tuvo éxito alguno. Aerys no escuchaba razón.
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Todo empeoraba, necesitaba a Rhaegar aquí con ella, luego de llamar a los padres de los abanderados de Brandon, padres e hijos eran ejecutados por ordenes del Rey. Estaba asustada, nada estaba mejorando, ser Jaime seguía custodiando las puertas de sus recamaras, en ningún momento se alejó de ella o de sus hijos y estaba agradecida por ello, en estos momentos no era nada seguro.
Lo único que esperaba era que el Lord de Winterfell no llegase, no quería verlo asesinado, había intentado que su padre perdonara la vida de Brandon, al menos esperaba poder hacer algo por su amigo en cuanto su padre llegará a la capital, Ravenna había intentado convencer a su padre de que ella y sus hijos pudieran dirigirse a Dragonstone, el rey por su puesto se negó. Pasó de ser su hija a ser una rehén, estaba segura que la mantenía ahí en Desembarco del Rey a ella y a sus hijos para poder chantajear a Rhaegar si fuera necesario, ninguno de los tres estaba seguro en la capital, Jaime y ella intentaban planear su escapada a Dragonstone, aunque eso fuera muy complicado y peligroso ella tenía que proteger a sus hijos, eran lo único que le quedaba.
Mientras seguía pensando la puerta de la habitación fue abierta por ser Barristan Selmy, alguien quien le era fiel a Rhaegar, por lo tanto a ella.
"Mi princesa, Lord Rickard Stark está aquí y ha exigido al rey un juicio por combate para poder poner en libertad al joven Brandon" Ravenna estaba insegura sobre la palabra de su padre "¿Contra quien combatirá, ser?"
"Su padre lo ha querido exponer a su combatiente, debería averiguar mi princesa, el rey ha ordenado que a espaldas de lord Stark se llevasen un par de barriles en donde será el combate, no sabemos lo que pondría contener esos barriles" "Muchas gracias ser Barristan, me encaminare junto a mi padre a ver que logro averiguar" el ser se inclinó ante la princesa para salir de la habitación.
La princesa se dirigió donde se encontraba custodiado Brandon, "Brandon, no tengo mucho tiempo pero te prometo que intentaré lo mejor que pueda sacarte a ti a tu padre con vida de aquí" Brandon tomó sus manos a través de las rejas "Lamento lo que hizo mi hermana"
Ella negó, con una sonrisa débil se despidió de él, esperaba que su padre no hiciera nada insensato.
