Ahí estaba Tom de nuevo arriesgando su vida por el noruego pero esta vez no era Tord su esposo, era Tord su rival, curioso,no? Sin embargo mientras corría para perder a aquellos que querían matar al de cuernos que lo miraba en sus brazos sorprendido por la repentina ayuda, se preguntó de nuevo como había terminó en un tiempo que no era suyo? Sencillo, su líder le había pedido que le trajera una arma que se encontraba usando en ese momento pero tales tipos de los que escapaban en su momento la habían destruido por lo que Tom tuvo que interrumpir esa línea temporal.
Miro por encima de su hombro apretando el agarre en el muslo de Tord para no soltarlo logrando sorprenderlo que se mordió la lengua con un sonrojo al sentir el apretón de la mano grande, al mismo tiempo que Tom con un fácil movimiento lo alzaba para que quedara en su hombro, se puso nervioso no por que unos hombres quisieran matarlo si no por la fuerza del hombre y estar en su ancho hombro agarrandose de la prenda azul, pestañeo un poco, no había dicho nada en ningún momento pues aún seguía en shock.
Tom se giro después de sacar un arma con unos cuatro disparos logró darle en la cabeza a los atacantes dejando a Tord boquiabierto por la precisión que tenía y la puntería, era disparos limpios. Se giro a mirar las luces led victoriosas escuchando una ronca pero suave risa burlándose sarcásticamente de los perdedores, no iba negarlo, tenía un timbre de voz fuerte y eso lo puso nervioso.
Un poco después logro bajarlo ya que llegaron a un estrecho callejón, el hombre más pequeño miro con admiración al otro que reviso que nadie los había seguido, se ruborizó al mirar lo atractivo que era el más alto con un cabello algo alborotado por la agitación pero lucía bien peinado, una barba pequeña pero que dejaba lucir su mandíbula marcada, la piel morena que combinaba con el traje azul y las luces led que representaban sus ojos. El mayor de acercó a Tord con un dura expresión.
-Tord- los cuernitos temblaron por la voz poniéndose rojo de emoción. Sabe mi nombre?! Pensó Tord mirando desde abajo al más alto como si fuera exageradamente grande -dame tu arma- dijo estirando su mano esperando que el pequeño hombre hiciera caso, y realmente si iba a hacerlo con esa cara embobada mirando al contrario apuntó de sacarse el arma pero luego cayó en cuenta cambiando su sonrisa boba a una expresión molesta.
-que?! No! Ni siquiera se quien eres!- exclamó a la par que se cruzaba de brazos haciéndose el indignado dándose la media vuelta, Tom trato de no golpear al más joven recordando que tenía razón, no se presentó.
-bien, te dire mi nombre- los cuernitos se movieron como las orejas de un gato mirando con curiosidad para volverse a girar mirando al más alto con una sonrisita inocente -ya me conoces- el rubio se vio de nuevo sorprendido alzando las cejas pero luego arqueando solo una por la confusión -soy Tom, Thomas Thompson, pero soy del futuro-explico con el rostro más relajado haciéndolo sonar lo más normal, cosa que para el lo era pero para Tord que entró en un dilema mirándolo con una mueca entreabierta expresando su confusión, miedo y decepción.
