one-sexs Tomtord

Cochito

[Tord trans boy]

Thomas casi podía oler el aroma a dinero que ganaría después de humillar a Edd y Matt en un juego de niños como lo era las escondidas, durante dos rondas seguidas había ganado buscando los lugares más abstractos para esconderse, el tercero decidió que fuera uno fácil, uno donde repetidas veces el británico peli naranja había buscado pero no había encontrado nada, debajo de la mesa, si bien era un lugar muy expuesto, el mantel lo cubría y además conociendo a Matthew, seguro a la tercería ni se fijaría en tal escondite, su plan era perfecto riendo como diablillo inaudible hasta que se vio interrumpido por el sonido de la silla crujir al ser movida, reconoció las botas de aquel sujeto que se había sentado abierto de piernas dejándose expuesto frente a Tom. Era Tord, su novio.

Notó que llevaba puesto unos jeans pegados lo cual aveces sucedía pero para más comodidad el noruego solía usar pantalones militares, mal suerte que al ser pegados apretaba su cuerpo y sin darse cuenta hacía notar su vagina, el menor se puso rojo mirando como había suficiente espacio para meterse entre las piernas bonitas de su pareja quien estaba distraído seguro mirando su celular. El británico se relamió los labios húmedos pensando si debería o no? Claro que no tardo mucho en responderse y se acercó al chico con cuidado de no ser descubierto, miro los bonitos labios cubiertos por la tela sintiendo necesidad de besarlos.

Lamió por encima de la tela apretando los muslos del mayor quien reaccionó soltando chillido y apretando su teléfono, avergonzado miro debajo de la mesa para encontrar a su observándolo con lujuria mientras pasaba la lengua como perro por sus labios masajeando sus piernas, bajando para tratar de subir la orilla del pantalón cosquilleando su tobillo.

-T..Tom? Qué haces ahí?- preguntó sonrojado y molestó.

Sin soltar al mayor el menor hablo -estoy ganando una apuesta, ahora cállate que te voy a comer- se puso rojo el de piel pálida la cual ya no era tan pálida por la vergüenza, sus cejas estaban fruncidas y solo se dejó llevar descansando su peso sobre la silla, suspiraba ante los toques del bajista apretando sus muslos mientras mojando la tela del pantalón oscuro -ah T..Tom- jadeo -que es exactamente ah.. la apuesta que estás jugando con mn los chicos?- el menor se detuvo no sin antes presionar un beso más abajo de los labios, sin quitar sus manos de los muslos miro al sonrojado noruego.

-si gano tres rondas en las escondidas Matt y Edd me darán sus ahorros, y podré comprarte cosas bonitas- el mayor se puso nervioso por como su pareja sonreía malicioso, quizás se refería a lencería juguetes, pero le avergonzó ya que no se supone que Tom es el que deba gastar su dinero, si no que Tord prefería gastar su propio dinero en ambos -y adivina que bebe? Ya llevo dos, me falta la tercera- continuó jugando con la intimidad de su pareja que jadeaba con sus dedos temblorosos agarrando la madera de la silla.

-no es agh, necesario que ah gastes tu agh dinero Thomas- si bien antes de conocer a Tord odiaba que lo llamaran "Thomas" pidiendo que lo llamarán "Tom" pero cuando se lo pidió al norsk, a este no le pudo importar menos y continuó llamando al bajista "Thomas", poco a poco el británico se acostumbro y de hecho no le molestaba o incomodaba, hasta llegaba a gustarle la sensación que daba que aquel acento noruego lo llamara por su nombre, solo él podía llamarlo así, ni sus amigos más cercanos o familiares podían.

Subíos dedos pintados con esmalte negro al botón de los jeans oscuros, mientras reía cerca del coño de su novio, quitó el botón lento torturando al rubio que suspiraba remoliéndose en su silla tratando de aplastar su intimidad contra algo. Bajo el cierre con sus dientes y con ambas manos bajo el pantalón con ayuda del noruego.